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Dime la verdad
Cristián Fernández
Buenos Aires, Argentina

- Ey, Cris, ¡que alegría oírte!- comenzó diciendo ella.
- Necesito la verdad- respondí.
- ¿Qué ocurre?-
- ¿Quién eres? O mejor dicho ¿Qué eres? - le dije he hice una pausa.
- Hoy creí verte en el bar, estabas con una rubia, una amiga supuestamente. Te acompañe hasta tu departamento y te di las llaves, al llegar a casa me encuentro con una mujer y una adolescente sentadas en mi sofá y unos hombres apuntándome con armas, buscándote a ti- le comenté.
- Cristián yo...- tartamudeó.
- Déjame terminar- le dije enfadado.
- ¿Quién eres? ¿Te llamas Sofía o es otra mentira? ¿Manipulaste mi mente? ¿Realmente estás enferma?- la bombardee a preguntas, de las cuales respondió pocas, claro.
- No estoy en Argentina, créeme, y no tengo idea a quién viste. Mi nombre es Zophie, así que sí, Sofía es una variante de mi nombre, y no, no estoy enferma- responde ella, y noté que era sincera.
- Con respecto a tus otras preguntas, deberás de confiar en mí- dijo luego de un suspiro.
- Lamento mucho que estés involucrado en mis problemas- dijo con pesar.
- ¿Qué problemas?- pregunté.
- ¡No! No digas más- oigo decir y claramente, Sofía no está sola.
- ¡No puedo! Hay mucho en riesgo. Estar hablando contigo ahora ya es un peligro, para mis amigos, para mí-
- Sí, me dijeron que no estás sola-
- ¿Te dijeron? ¿Quiénes? ¿La mujer del departamento? ¿Qué te dijo?- me interrogó ella.
Sentí que si quiero la verdad, también debo decir la verdad.
- Su nombre es Strauss, y trabaja para La Academia, y quiere que colabore con ellos para hallarte- le conté y ella quedó en silencio, pero quién sea que estuviera con ella le decía que corte, y lo hizo.
Me quedé despierto todo la noche junto al teléfono y a la computadora esperando un mensaje o llamada de ella, pero no llegó. Se hizo la hora de ir al trabajo, así que me cambié de ropa y fui a la comisaría.
Al llegar a mi lugar de trabajo, Sarah, una compañera que iba de salida, me entrega su teléfono.
- Dile a tu noviecita que si quiere hablar contigo, que debe marcarte a ti, no a mí. Dice que es urgente, apúrate que me quiero ir a mi casa-
- Hola- dije.
- Okey, no tenemos tiempo así que escúchame bien, deberás usar otro celular y otro chip para estar en contacto conmigo así que anota- tomé mi cuaderno y anoté lo que ella me dicto.
- Espero tu mensaje- dijo y colgó.
- Bueno, gracias Sarah- le devolví el celular.
- Bien- dijo restándole importancia.
Me dirigí al locutorio más cercano y compré varios chips de diferentes empresas y un celular barato. Ya en la comisaría hago la instalación, agendo el número que Sofía me dio y llamo.
- Hola-
- Hola, lamento que ayer corte, pero no quiero que mis amigos corran peligro por mi culpa y apuesto que Strauss intervino tu teléfono-
- Yo compré varios chips- comenté.
- ¡Bien! Igualmente configuré mi celular para no ser intervenido ni rastreado. Cuéntame ¿Qué es lo que Strauss quiere?- pregunto ella agitada.
- No lo ha dicho, solo quiere que te busque. Me pidió ayuda, en 2 días debo reunirme con una "especial"-
- Espera, ¿Cómo que especial?-
- Sí, Strauss dijo que es una amiga tuya que también quiere encontrarte-
- Okey, cuando tengas más información me avisas. No le digas a nadie que hablamos-
- ¿Tampoco a tu amiga? -
-¡Mucho menos a ella! debo estar segura que es quién dice ser. Trata de averiguar qué es lo que planean hacer conmigo cuando me encuentren- dijo y cortó.
No dejó que hablará, supongo que lo que pasa es grave, ella no es de tomarse las cosas a la ligera, así que actuaré como me pidió. Seré normal por unos días y luego que comience la búsqueda iré averiguando sobre la marcha que es lo que planean La Academia y esa Especial.

Revelaciones Peligrosas
, Segundo Libro De La Saga:Los Legados Oscuros De LorienOnde as histórias ganham vida. Descobre agora