Capitulo 20

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Isabella.

El silencio abunda en el auto, mis pensamientos están en blanco y volteo a ver a Leo para ver si él dirá algo, nada. Pareciera que no le importara que yo estuviera en el auto con el, si no le importo porque acepto esto, se que es una manera de tenerme vigilada, pero no me pueden encerrar.

Pasan los minutos, como si él se estuviera debatiendo si ya irnos o hacer otra cosa, prende el auto y empieza a avanzar, estoy nerviosa, y no porque estaré con el, simplemente no pensé que mis padres me comprometerían con alguien así, si supieran cómo es él en realidad.

—¿A dónde vamos?.- digo algo nerviosa.

—A tu casa.

—Pero creía que me quedaría contigo.

—Sabes que tú y yo no funcionará, no sentimentalmente.- Aprieta las manos en el volante.- a menos que quieras ser otra cosa.

—Tu sabes que esa noche fue un error, esas dos semanas fueron un error.

—Si tu lo dices.

—Sabes que amo a Aleksandre y tu andas buscando a otra persona, no entiendo porque quieres jugar a que somos una pareja feliz.

—A veces los juegos son buenos.- suelta una risa media rara.

Después de esa pequeña conversación él se queda callado y sigue manejando, no sé en qué momento me quede dormida, si no que al despertar ya estoy en mi cama.

Volteo a ver la hora y son las 9:30 de la noche, me duele la cabeza y mis brazos empiezan a arder, trato de buscar mi teléfono y me doy cuenta que esta en mi bolso.

En el hospital no lo tenía

Empiezo a revisar si no me falta algo, pero nada, en eso pienso en

Aleksandre y si sabrá lo qué pasó, dudo antes de marcar su numero, rápidamente me manda a buzón, ¿será que está ocupado?, o de plano ya no quiere saber nada de mi.

Es horrible pensar que apenas nos estábamos reencontrando, varios recuerdos empiezan a invadirme y siento las lágrimas caer, de tan solo recordar los momentos que pasamos, y que olvide.

Mi cabeza empieza a doler, salgo a mi cocina para poder tomar una pastilla, y lo primero que veo es que todo está hecho un relajo, definitivamente mis padres no pensaron en mandar a alguien a limpiar, como si les importara poco si yo volvía a este departamento o no.

Al inicio pensé que aquí era mi casa, pero ahora que regresé me siento una desconocida entre estas cuatro paredes. Como es posible que una persona pueda llorar tanto, me siento tan estupida al pensar que podría ser feliz.

Volteo a ver el reloj que está en la entrada, marca las 10:00 de la noche, ¿será muy tarde para ir a verlo?, corro a mi habitación y decido ponerme más presentable, si aún no sabe qué fue lo que me paso, prefiero que él me vea bien y yo poder contárselo a qué se entere por otras personas.

Salgo al pasillo y cierro bien mi puerta, mis manos me sudan y no entiendo porque estoy tan nerviosa, como si presintiera que algo malo está por pasar.

Al llegar a su puerta tocó dos veces y nadie contesta, al tercer toque está se abre lentamente.

¿Olvido cerrar?

Pienso, él no haría eso, lo poco que recuerdo es que él es muy cuidadoso, y de tan solo recordar siento como un punzón en el corazón. Entro sin hacer mucho ruido pensando que él podría estar dormido, cierro la puerta detrás de mi.

Voy avanzando y veo ropa tirada de mujer, y es cuando mi corazón duele un poco más, por más que intento convencerme que no tengo porque enojarme, ya que le falle yo primero, aún así siento como me duele.

Mi yo masoquista decide seguir avanzando hasta la habitación, como esperando la escena, la cual estoy apunto de presenciar, de no ser porque de baño veo salir a la misma rubia, con la cual el estaba cenando.

—¿Quién eres?.- dice algo desconcertada.- ¿Cómo fue que entraste?

—La puerta estaba abierta, Soy la novia de Aleksandre.- escucho decirme.

—¿Su novia?.- empieza a reír por debajo.- Pues que novia Yam liberal, por si no lo sabes él acaba de quedarse dormido.

—¿Por qué no traes ropa?.

—¿No es obvio?.- veo como empieza a recogerla.- Mira no te preocupes que yo ya me iba, le dices que me marqué, nos vemos guapa.

Me guiña un ojo mientras veo que termina de ponerse el vestido y sale por la puerta.

Decido seguir mi camino a su habitación, no se porque voy si ya lo vi todo.Y es que en el fondo me duele demasiado, aunque sé que él está en su derecho y yo no tengo que reclamarle, me duele saber que otra fue dueña de sus caricias.

Abro la puerta y lo primero que veo es a él acostado con el torso desnudo, quiero evitar que las lagrimas salgan de mi pero no lo logro, cuando estoy apunto de salir de ahí él empieza a moverse.

Doy la vuelta y chocó contra el mueble y las cosas se caen.

—¿Isabella?.- dice algo confundido, mientras se frota la cabeza.- ¿Qué haces aquí?.

—Vine a verte,pero parece ser que estabas algo ocupado.

—¿Ocupado?.

—Si, por cierto tu amiga rubia dice que le hables cuando despertaras.

Parece desconcertado, pero como no estarlo, si acaba de acostarse con alguien más.

—No entiendo como es posible que hayas hecho eso.- la rabia me empieza a consumir y las lagrimas salen.

—¿Hacer que?.

—No te hagas, dices amarme y que me has esperado, pero al primer conflicto te vas con alguien más.

—¿Que yo me voy con alguien más?.-Suelta molesto.- Te recuerdo que la persona que se fue, fuiste tú, la que decidió ir a mi club y acostarse con un montón de hombres fuiste tú.

—No te atrevas a reclamarme, cuando sabes que ese es mi estilo de vida, que en ese club hay acuerdos y no hay sentimientos de por medio.

—¿Qué no hay sentimientos?, no me hagas reír, eso que hiciste te lo perdone y lo pase, pero se me hace una estupidez que vengas a reclamarme cuando tu fuiste la primera que falló, y si crees que porque en eso no hay sentimientos, para mi si los hay; dime egoísta y lo que quieras, hasta machista, pero tus orgasmos eran míos, tus besos eran míos, era la única puta regla y decidiste romperla.

Veo sus ojos cargados de ira, los míos cargados de lagrimas, me duele todo el cuerpo y no quiero pensar mas. De estar peleando nunca me di cuenta en que momento él se acercó a mi, ambos tenemos la respiración agitada y pude observar que trae los pantalones puestos.

Enojados y llenos de sentimientos, eso éramos los dos, puro fuego que poco a poco se iba consumiendo por culpa de terceros, veo como su mano sube y empieza acariciarme la cara.

Nos miramos fijamente y es cuando nuestras miradas se dicen todo, siento como lo jalo hacia mi y empieza a comerme la boca ferozmente.

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Ya casi se acaba mi mes de descanso y no logré hacer lo que quiera, a duras penas pude escribir 3 capítulos 😭.
En fin, si les llega a llegar una notificación mía, es porque estoy editando los primeros capítulos, la historia no cambia la verdad, simplemente estoy tratando que la lectura sea más amena.
Los amo, un 💋 en el chiquistriquis

La última noche que nos vimos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora