⌜22⌟

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Apenas un par de días pasaron desde que ocurrió en incidente con Xingqiu.

Esos días fueron suficientes para ponerme a pensar sobre muchas cosas.

Había recuperado la movilidad de mi cuerpo levemente, por lo menos ya no necesitaba que alguien me escoltara al baño, pero eso no quita que continúe doliendo demasiado, pero a este punto me atrevo a decir que no sé si realmente me estoy curando o simplemente ya me acostumbré a sentir dolor todos los días.

Siempre era lo mismo, te despertaban a una hora predeterminada, a juzgar por la luz de la ventana y la posición de el sol podría se figurar que eran alrededor de las ocho o siete de la mañana.
Todo era monótono, las comidas eran las mismas.

Hablando de comida, últimamente me han estado dando cantidades generosas de ella en comparación a antes, debo agradecerlo ya que así no estoy con hambre todo el día, pero si en la mañana me lleno con el desayuno, para la comida aún esta no se ha bajado y a consecuencia sigo sin tener hambre, pero por alguna razón me obligo a mi mismo a comerla por miedo a lo que pueda suceder si no me la termino.

Afortunadamente, me desperté antes de que venga alguna de las criadas a despertarme con una de sus bandejas con comida en las manos. No me gusta comer apenas me levanto y ellas no se van hasta que me termine toda la comida.
Tampoco he visto a Nana desde la última vez. Cada día, tres veces al día, traen la comida personas diferentes, claro una que otra se repite, pero con ninguna llego a tener la química que tuve con Nana. Quizá no soy lo suficientemente suertudo para que a ella le toque esta tarea.

Ellas dicen que soy libre de moverme por toda la casa, pero cuando lo dicen pareciera que se burlaran de mí, pues saben que apenas y puedo caminar al baño, agarrándome del porta suero y los muebles, en ese estado mucho menos puedo bajar escaleras.

Desperté de mis pensamientos al escuchar como tocaban la puerta y seguido escuchándose el crujido de esta abrirse.

- Buenos días, que bien que ya está despierto. Su desayuno. -

La criada entró y cerró la puerta con su pie, después de abajo de la cama saco una mesa de servicio, la destendió en mi regazo y ahí puso la bandeja.

- ¿Cuánto tiempo llevas con el suero? -

- Como.. desde ayer. -

Respondí con la boca llena.

- ¿¡Desde ayer a qué horas!? -

- N-No lo sé, desde la mañana -

No me gustaba que me gritaran, pero era mi culpa por no especificar.
Suspiró y salió de la habitación dejando la puerta abierta.

Volvió a entrar más rápido de lo que tenía previsto.

- Son las ocho y siete, que se te quede en tu cabezita para mañana niño. -

Dijo esto mientras empujaba mi cabeza con su dedo índice.
Cambió la bolsa de suero, fue tan brusca que llegué a pensar que la aguja se saldría de mi muñeca.

Se fué al escritorio y tomo la silla de allí para sentarse y esperar a que terminara de desayunar.

Ya habían pasado más de 10 minutos, ella estaba jugando en la silla dando vueltas, a juzgar por su apariencia, no parecía tener más de 24 o 23 años, pero no tiene cara de que la haya visto antes en algún lugar. El silencio era demasiado fuerte hasta que ella comenzó a hablar.

My Favorite Person    ⌜Xingyun⌟Where stories live. Discover now