Inseguridad

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Tomó con cuidado el peluche de su hija, lo observó por unos instantes y una lágrima, la cual había salido inconscientemente, bajó por su mejilla, expresando y representando el dolor que ella sentía al no estar a lado de su pequeña.

Su corazón estaba mal, no puedo decir roto porque ella aún no moría en vida, solo lo haría si le decían que la niña había muerto, cosa que simplemente se negaba a procesar y se calmaba a si misma pensando que nadie le había dado la desgarradora noticia.

Revisó con extremo cuidado las cosas, como si fueran tan frágiles y al mínimo contacto se quebraran, ahora todo ese lugar, el cuarto de su hija, eran cuatro paredes de nostalgia y recuerdos felices que la ironía de la vida hacían que fuera doloroso.

Caminó por el lugar, se paseó y revisó con la mirada.

Un arete.

Había un arete ahí, un pequeño diamante incrustrado en una pieza de flor.

Lo tomó con precaución. Aunque lo ideal era que se pusiera unos guantes y así agarrarlo. Cosa que no hizo y perjudicaría en un futuro las investigaciones.

Trataba de recordar de quién era.

Fino, discreto, color neutral, diseño normal y ligero.

Listo, genial, era tan tonta como para no saber de quién era.

Tendría que ir a preguntar.

¿A quien? A su madre, podría pero... Ella no era ponerse aretes. Además, confiaba en su mamá, no era como para que fuera esa mujer la culpable.

De acuerdo, no sabía que hacer.

No, eso no, se negaba a ir a pedir ayuda a ese tipo.

Su orgullo, su dignidad y su inseguridad se lo impedía.

Astrid Hofferson siendo insegura, que gran noticia y novedad. La verdad es que ella no era así, pero claro, era un ser humano como cualquier otra persona.

La inseguridad de saber si su hija estaba bien, la inseguridad al confiar en ese tipo y la inseguridad en pensar que con esos datos y pistas era suficiente.

Todos nos hemos sentido así, inseguros.

En algo, alguien o en un lugar, es normal, desde luego que sí, pero dicen que la inseguridad es el miedo a el que dirán, tal vez sea cierto, o tal vez no.

Astrid vivía a diario con eso, pensando que en cualquier momento podrían venir y llevarse a su hija. Pensando que la juzgarían, que la sociedad clasista y prejuiciosa  haría de las suyas y la señalaría.

Si pasó, sucedió y la quebró. Nunca fué alguien sentimental, como una vez dijo...

"Lo siento, pero en mi familia nunca hablamos de nuestros sentimientos, así que no sé cómo consolarte"

Claro, en ese día encontró a alguien tratando de buscar consuelo, algunas palabras de aliento, pero en esa joven de 17 años simplemente no.

Había pasado un largo tiempo después de ese día, y aún recordaba ese momento.

Que tonta fué, pues cuando se puso en los zapatos de la persona, supo lo necesitada que estaba, lo importante que debió de haber sido ella como para que pusiera su confianza y le contara, ahora sabía lo importante que era un abrazo o un simple

"Todo va a estar bien, y si no es así, aunque se vaya todo a la mierda, yo estaré ahí, por ti y para ti"

Suspiró, acomodó nuevamente sus ideas y fué a prepararse algo de comer.

¿Hace cuánto que no comía? Ni siquiera ella sabía, debía recuperar fuerzas, ganas y fortaleza.

Comió lentamente, solitaria en si misma, con un silencio deprimente y un aura melancólico, no quería llorar, ya se había lamentado bastante, eso no solucionaría absolutamente nada.

Después de unos minutos terminó, dejó los platos y utensilios en la tarja.

Era hora de alistarse y empezar una verdadera búsqueda. Fuera lo que fuera, debía ser fuerte, y tener la confianza suficiente en si misma como para darse ánimos. No era momento para deprimirse, era momento para luchar y ganar.

Se adentró en su habitación y tomó sus llaves, se puso su abrigo y se vió al espejo una última vez.

Suspiró por milésima vez y se acomodó un mechón de cabello que había caído inesperadamente de su coleta.

Iría a preguntar a sus conocidos, amigos (aunque eran pocos) y fijarse en sus acciones, comportamientos y formas de hablar. Tal vez ahí habría una pista.

Porque eso sí, su última opción, la muy lejana de hecho, era ir con ese hombre y pedirle ayuda.

Algo que aunque ella negara, tarde o temprano haría.











Holis ^^

He aquí el capítulo 6 (sin contar el prólogo) de esta historia. Pido perdón por el mini retraso, la vida escolar la odio y las tareas ni se diga.

Me alegro por el buen recibimiento que tuvo esta obra, lo agradezco de corazón ✨

Inseguridad, la maldita inseguridad que tuve el día que escribí esto y gracias a eso me inspiré 👩🏻‍🦲 Ni hablar.

Cambié la portada, como se habrán dado cuenta, muchas tenkius a sus opiniones 🍂

Se cuidan, tomen awita y se les ama demasiado <3








Nos leemos luego ฅ^•ﻌ•^ฅ

¿Quién se la llevó?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora