Sexto año

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Mientras comían, los amigos esperaban ansiosamente a qué Sirius contará lo sucedido.

La ceremonia de selección fue como siempre, el sombrero canto una canción y empezó la selección. Hubo muchos integrantes nuevos en Gryffindor.

Antes de comer Dumbledore dio un discurso sobre la importancia de que ese año, los que daban exámenes se concetraran mucho en sus notas, y los que comenzarán que dieran todos sus esfuerzos para aprobar.

Luego de el banquete todos se encaminaron a la sala común. Todos excepto Remus, que debía mostrarle el camino a los alumnos nuevos de Gryffindor.

Cuando esté fue a su dormitorio, donde lo esperaban sus tres amigos acostados en sus camas, se encontró con un Peter ansioso y un James medio loco de emoción, ambos curiosos por la misma razón. A decir verdad, Remus también quería saber que había sucedido por lo que fue con su novio y se acostó con el.

-Quieres contarnos?- le dijo recostando su cabeza sobre el regazo del animago -parece que James se va a volver loco por saber

-Claro- respondió el pelinegro- pues Reg me pidió disculpas por no haberme apoyado cuando me rebelé contra nuestros padres y me dijo que el hará lo mismo que yo. Simplemente quería que yo lo supiera y asegurarme que estaría bien. Me dijo que se iría a vivir con unos amigos y que no volvería nunca. Prometió no alejarse de mí de nuevo.

-Wow- dijo Peter

-Me alegro por el- dijo James

-Y... una cosa más- al decir esto, el animago miro a su novio como rogando perdon- Rems... le... le dije sobre nosotros, lo siento- luego de decir eso bajo la mirada y Remus simplemente dijo:

-Si eso te hace feliz amor, entonces por mí está bien.

* * *
Los siguientes meses, Sirius estaba radiante. Hablaba casi todos los días con su hermano y se llevaban muy bien. Regulus había tomado muy bien el tema de la sexualidad de su hermano, según el punto de vista del licántropo. Lo apoyaba totalmente y estaba feliz de que su hermano amara tanto a alguien.

Las clases generalmente eran fáciles y eran repasos del año anterior, por lo que Remus raramente estudiaba y podía pasar más tiempo con Sirius. El animago, por su parte había hecho al licántropo prometer en las vacaciones que le leería algún capítulo o alguna historia todas las noches.

Esto ya se había vuelto una tradición, y a Remus, aunque intentaba disimularlo, le encantaba leerle a su novio y ver sus ojos preciosos llenos de emoción y curiosidad. "Hermoso" era lo único que podía pensar en esos momentos.

Esa noche, el pelinegro eligió el libro de la Cenicienta. Generalmente leían libros muggles porque no hay muchos que sean para magos o brujas infantiles. Además, a Sirius le encantaba esas historias, y cuando Remus le leía parecía un niño, con ese brillo en los ojos, ansioso por descubrir lo que sucedería.

Luego de terminar el libro el animago dijo:
-No podríamos empezar a leer uno más largo moons? Uno como eso que lees tu, de varios capítulos. Se nota que son interesantes. Podríamos no se, leer un capítulo o dos por día, no?

-Me encantaria- dejo el pelimarrón y besó a su novio- de que te gustaría que sea?

-Ehh..- dijo Sirius pensativo- no se, de que tienes?

-Puedes ser de misterio, detectives, fantasía, ciencia-ficción, terror o romance- respondió Remus

-mmm... podríamos leer alguno de detectives?- dijo el pelinegro

-Claro

* * *
Esa semana leyeron Sherlock Holmes. Sirius estaba fascinado. Cada vez que un capítulo quedaba con final abierto al otro, pedía que le leyera otro mas. Pero Remus le había dicho que el máximo por noche eran dos capítulos.
-se terminaría demasiado rápido amor- le dijo el licántropo la primera noche

-no es justo- dijo el animago, haciendo puchero, lo que a Remus le pareció demasiado tierno- tu lees todo el tiempo, incluso en las noches te quedas hasta tarde leyendo.

-Eso es verdad- dijo el licántropo- pero no lo tengo que leer en voz alta, asique no me canso tan fácilmente...

-Y si tu lees los primeros dos, y yo leo uno más?- lo interrumpió Sirius- así no te cansarias tanto, y sería un capítulo más...

-Me parece perfecto- dijo Remus y lo besó.

A partir de esa noche, Sirius comenzó a leer también, lo que hizo que el pelimarrón se enamorara aún más de el (si eso era posible). Era maravilloso escucharlo leer, lo hacía con tanta fluidez e interpretaba a los personajes con tanto entusiasmo.

Al terminar Sherlock Holmes, empezaron a leer libros de Agatha Christie y Sirius quedó enamorado. Remus no tenía muchos de sus libros, pero lo que tenía le encantaban. Por esto, se prometió a si mismo comprar más.

* * *
Las clases del sexto año no eran tan difíciles. Al menos no para Remus. Este entendía todo rápido y algunas cosas se las acordaba de quinto.

Esto eran una suerte para los otros Merodeadores, porque el licántropo organizaba una reunión entre los cuatro y algunas amigas (Lily, Mary y Marlene) para repasar y ayudar con lo que no les saliera. Esto fue de gran ayuda para todos porque se especializaban en distintas materias y sabían explicarlas muy bien.

Lily era muy buena en pociones (y en casi todas las materias, pero era en esa en la que ayudaba), Remus era muy bueno en encantamientos (y en otras materias también), Sirius en Transformaciónes, James en DCAO, Peter en Herbologia, Mary en Cuidado de Criaturas mágicas y Marlene en Historia.

De esta forma se las arreglaban para que todos los Lunes, Miércoles y Viernes, luego de las clases, se juntaran para estudiar todos los días algo distinto. Cada uno proponía una materia cada día, podía ser una que le costara o simplemente porque quería repasar más.

Remus comenzó a ayudar a otras personas, por separado. Cada tanto se juntaba con alguno y lo ayudaba con la materia que no entendiera. No tenía un club ni nada, pero realmente les servía.

Por esta razón, y porque simplemente el licántropo era bueno explicando, sus amigos le decían que debía ser profesor. Lo más raro era que no lo decían como burla, sino que era con total sinceridad.

* * *
En uno de los banquetes de la cena, los Merodeadores estaban charlando mientras comían. De repente Dumbledore hablo, pidiendo silencio.
El director tenía una voz imponente. No una que diera miedo sino que demandaba respeto. Al instante, el Gran comedor hizo silencio y este hablo, con una gran sonrisa en la cara. Una sonrisa que según Remus, demostraba amabilidad y sabiduría.

-Buenos noches a todos!- dijo el director- el día de hoy, tengo algo que anunciar, que probablemente pondrá muy felices a los Gryffindor

Dicho esto, muchos leones vitorearon pero se callaron inmediatamente al ver la cara de McGonagall.

-Es un gran placer- continuó- anunciar que alguien de la casa mencionada, ha ganado un premio por alumno de mejor calificación de su edad. Ahora para anunciar quien es, la jefa de su casa.

La profesora McGonagall dijo- dejando de lado los misterios, quiero escuchar un gran aplauso para el señor Remus Lupin...


Mí mejor amigo (wolfstar)Where stories live. Discover now