Broken Silence (Libro 2) [Esperando Capitulo]{Traduciendo}

Capitulo 8

La pesadez de la bebida lo deja mareado. Una parte de él se siente melancólica por algo que no podía recordar pero que podía ver con el rabillo del ojo, fantasmas de una época antes de convertirse en Kurogiri. Su dedo hace clic contra el cristal. Ahora, Kurogiri normalmente evita beber durante las horas de trabajo. Alguien tiene que estar al tanto de las cosas en la sede de la Liga y ese alguien es él.

La mayor parte del alcohol estaba reservado para Sensei y su clientela, sus preferencias memorizadas por Kurogiri según las instrucciones de su Maestro. Alguien tiene que mantener la barra en una pieza y con la tendencia de Shigaraki a destruir cosas, ese trabajo recae sobre él. Kurogiri se enorgullece de su trabajo, siempre puntual, sin tomarse un día por enfermedad, listo para trabajar horas extras en cualquier momento, todo por el bien de Sensei y Shigaraki.

Sin embargo, hoy no es como cualquier otro día. Kurogiri se apoya en la encimera mientras tomo un sorbo de  su Blue Hawaii, maldiciendo interiormente el destino de su crisis de la mediana edad. Dirige su atención al tema de dicha crisis, limpiando diligentemente los pisos y taburetes como le había indicado. Su mirada se suaviza. Aunque Kuro cojeaba de mesa en mesa, no se quejó ni una vez, solo se detenía a descansar cada pocos minutos para recuperar su fuerza.

Kurogiri aparta la mirada antes de que el chico se dé cuenta. Un nudo de ansiedad ha surgido desde la noche en que apareció Stain, creciendo en tamaño con cada día que pasa. Sucedió antes, cuando Shigaraki era más joven y todavía necesitaba viajes frecuentes al Doctor. Sus labios invisibles se afinaron cuando la triste realidad se apoderó de él. El descubrimiento de este vínculo emocional emergente lo angustia, es extraño pero de alguna manera familiar. Kurogiri está bien versado en ocultar cómo se siente la mayoría de los días, pero a medida que pasa el tiempo, descubre que su fuerza flaquea.

Sabe que debería volver a ver al Doctor, que estos sentimientos podrían afectar sus habilidades de razonamiento. Su deber con Sensei está por encima de todo. Y sin embargo... Curiosamente, descubre que no está interesado en hacerlo. Ir al Doctor significaría días, si no semanas, de pruebas y ajustes, algo que Kurogiri detesta mucho con todo su ser. Su collarín arde contra su clavícula cuando recuerda haber sido forzado a separarse y juntarse una y otra vez. No, Shigaraki necesita su ayuda para formar su nueva Liga y no se atrevería a dejar a los dos chicos solos sin supervisión.

Tomando un largo sorbo de su bebida, toma una decisión. Mientras no afectara su desempeño, mantendría en secreto su creciente apego a los chicos. Eso no debería ser demasiado difícil.

El timbre de la puerta le indica que vuelva al trabajo una vez más. Kurogiri rápidamente coloca su bebida detrás de la barra, haciéndole un gesto a Kuro para que guarde sus artículos de limpieza. El ensordecedor giro del abanico no hace nada para esconderse del calor del verano ni de la presencia del invitado, presagiado por el hombre del momento: Kagero Okuta, aunque estos días prefirió pasar por Giren.

El informante sonríe descaradamente a la barra, dando un vistazo a la habitación antes de caminar más adentro. Si bien carece de la constitución de un luchador, el hombre lo compensa con su mente y buen sentido comercial. Kurogiri prefiere a Giren entre todos los informantes de Sensei, pero uno nunca podría confiar completamente en uno. La información puede ir en ambos sentidos después de todo.

Shigaraki está menos que entusiasmado con la llegada de su invitado. "Llegas tarde."

"Tan amargado, Shigaraki. Y después de todo el trabajo de campo que hice por ti también ", responde Giren sin pausa, como si supiera cómo respondería el otro. Inclina la cabeza hacia la puerta. "Me tomó unos días correr la voz. He estado pescando en el bajo mundo. Le dije a la gente que algo grande podría estar pasando ". Su sonrisa se ensancha. "¿Y no lo sabrías? Tengo algunas pequeñas muestras".