11

6.2K 367 82
                                    

la casa está hecha un caos, la gente está alterada y grita más de lo normal, ya ni la música escucho.

Perdí a Ariana hace media hora y mi celular tiene un por ciento de batería, a Tomas tampoco lo encuentro y de la mano la tengo a Sofia, al menos estamos con Alejo.

Solo espero que Ari esté bien y con Monzón.

—No puedo encontrar al Duko.— mira para todos lados.

Sofia lo mira, le quiere decir algo.

—Perdón.— habló algo apenada.

—¿por qué me pedís perdón?— le devolvió la mirada.

Sofia empieza a llorar.

—Todo esto es porque Tomi quiere que la policía lo agarre a Mauro y lo culpen a él.

—¿Culpar de qué?— la agarré del hombro y la hice voltear hacia mi.

—¡corran!

la gente empezó a amontonarse, aplastándonos.

—¿qué pasó?— gritó Alejo.

— La fogata alcanzó la casa.— contó otro pibe.

Por dios, Ariana ¿donde estas?

—¿y el Duko? —

La gente seguía empujándose, tratando de salir de la casa, el fuego recién estaba llegando a la parte de atrás.

Siento como me empujan, haciéndome perder el equilibrio, caí de rodillas al piso y sintiendo como la gente pasa y se lleva todo por delante con tal salir.

Mi celular vibra, indicando una llamada, esperanzada de que sea Ari mire el remitente, era ella.

Quise atenderle pero el uno por ciento de mi batería falló, y se me apagó.

Mire hacia todos lados, tratando de encontrar una cara conocida, pero Nada. Perdí a Alejo y a Sofia.

empecé a abrir puertas, buscando a mi mejor amiga, quise abrir una pero no pude, estaba cerrado con llave.

Escuché como del otro lado también forcejeaban, tratando de abrirla.

en el estante del al lado del baño había una llave, ¿quien carajo encerraba a alguien y dejaba la llave ahí?

abrí la puerta y me encontré con Mauro.

—Te llamé por teléfono, ¿tanto me odias que no me contestabas?—

no pude acotar algo, ya que la policía se escuchaba cada vez más cerca.

"Tomi quiere que la policía lo agarre a Mauro y lo culpen a él."

—¿justo a mi me tiene que venir a gustar el rey de los pelotudos?— me quejé. Lo agarré de la mano y empecé a buscar un lugar por donde salir.

el humo y el calor cada vez se sentían más cerca. Abrí la ventana del costado de la casa y salí.

—¿qué te hace pensar que yo paso por ahí?— apuntó las rejas.

—¿querés ir preso?— me crucé de brazos.

Hizo magia para salir por la reja y empezamos a correr con la gente.

ya en un lugar más alejado, aflojamos el trote. Qué bueno que estoy en forma sino me estaría muriendo.

—Me estoy muriendo.— Mauro se sentó en el cordón de la vereda.

Después de que lombardo regularice su respiración, me senté al lado de él.

❝woman.❞ dukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora