𝙱𝚘𝚗𝚓𝚘𝚞𝚛 𝙼𝚘𝚗 𝙰𝚖𝚘𝚞𝚛 | 𝓒𝓪𝓷𝓶𝓮𝔁 | TERMINADA

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⚠️🔴Esta historia contiene lenguaje vulgar y temas maduros, es FICCIÓN y muchas de las actitudes que se muestran no deben ser tomadas en serio ni repetidas; no tiene como intensión ser precisa con la realidad, ofender, denigrar ni fomentar el odio a nada ni nadie. Su único propósito es el de entretener🔴⚠️

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  16 de septiembre, 2017.

  Cuando México dormía no había fuerza humana que pudiera despertarlo, por eso Canadá parecía tener superpoderes. Solo se acercaba, le daba un par de besos, y con eso era suficiente para que se estremeciera.

  Esta vez fue así. Canadá se acercó a su dormido novio y se sentó a su lado.

  —Micxic, despierta —dijo dulcemente, acariciando la mejilla del chico.

  —Hmm.

  —Ya es hora, despierta.

  Canadá se acercó más, dando pequeños besos en el brazo del mexicano, subiéndolos hasta mimar sus mejillas.

  —Ya desperteeé —contestó México cuando ya no aguantó más.

  Abrió sus ojos, consiguiendo ver en primer plano a su canadiense.

  —Bonjour mon amour —dijo él, viéndolo con cariño.

  México se estiró para desamodorrarse.

  —Holiwis.

  —Te tengo una sorpresa.

  —¿Ah, sí?

  De pronto, Canadá levantó a México en sus brazos y caminó a la cocina.

  —¡Wowowow cálmate!

  El centro de la mesa estaba lleno de flores, que acompañaban las paredes decoradas de colorido papel picado y olor a comida que llenaba el lugar. Todos sus amigos estaban allí, apretujados después de haber esperado durante media hora que los chicos llegaran.

  —¡Feliz cumpleaños, México! —dijeron al unísono, mientras Canadá ponía en el suelo a su novio.

  —No mames —contestó él, lleno de felicidad—, ¿no pudieron ni esperar a que me cambiara de ropa?

  Canadá entró un poco en pánico.

  —¡P-Perdón, olvidé eso completamente! Diablos, discúlpame, q-qué verguenza, ven ven ven, cámbiate.

  Volvió a cargarlo y regresó a la habitación, mientras los demás comenzaban a reír. Ese canadiense siempre era de esa forma.

  Dentro del dormitorio, Canadá acostó a México en la cama y comenzó a quitarle la ropa mientras seguía hablando con prisa.

  —Estaba tan emocionado que no pensé en eso, no pienses que quise humillarte, ¡para nada! Creo que tu ropa cuando duermes es bonita, aunque tal vez no te guste que te vean con ella; eso tiene sentido, la pijama no es ropa de fiesta, debió avergonzarte mucho-

  —Can-

  —¿Qué quieres usar hoy? Siempre te ves lindo, pero hoy es un día especial, ¿no? ¿Quieres abrir algunos regalos? Vi a muchos traer ropa. Tus amigos saben muy bien qué te queda-

  —Can-

  —¿Algo colorido? ¿o café? ¿negro? Hoy hará frío, tal vez sea bueno abrigarte, estaría mal que te enfermes en un día tan genial-

  —¡Can!

  —¡Perdón, perdón! —lo soltó— ¡¿Pasa algo?!

  —Acabas de desnudarme.