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🇨🇦»»——⍟——««🇲🇽

  —Regresé —dijo México, usando una camisa holgada y pantalones cortos.

  Canadá estaba sentado en la cama como si lo hubiera estado esperando.

  —¡A-Ah, hola de nuevo!

  —Hola.

  Sin duda no era la primera vez que estaban acostados juntos, pero el ambiente estaba tenso.

  México tomó las riendas de la situación y abrió las sábanas para sentarse en el lado de la cama en el que se ponía siempre.

  —Las cobijas que tengo son viejas, no tengo otras.

  —No te preocupes por eso, j-je.

  Ahora ambos estaban acostados bajo las sábanas que hace años eran calientes y agradables porque resguardaban a una cálida pareja, pero ahora intentaban estirarse para cubrir a ambos, que estaban en esquinas diferentes para no tocarse.

  —Micxic, ¿te puedo preguntar algo? —preguntó, mirando al techo.

  —Está bien.

  —¿Harás algo en tres semanas?

  —¿Por qué lo preguntas?

  —Lo marcaste en tu calendario.

  México se quedó en rotundo silencio, por lo que el canadiense lo volteó a ver con preocupación.

  —¿Estás bien?

  —... Sí, es solo... Un pasatiempo vergonzoso.

  —¿Más vergonzoso que hacer pulseras con nudos?

  —Sí.

  —Sea lo que sea, no lo creo más vergonzoso que eso.

  —Pues sí lo es —desvió la mirada, desanimado.

  —... ¿Puedo saberlo?

  —... ¿Realmente quieres saberlo?

  —Sí, realmente.

  —¿Por qué?

  —Me interesa saber si tiene algo que ver contigo.

  Siempre se notaba cuando Canadá hablaba desde el corazón, y esta vez era una de ellas.

  México sonrió con tristeza.

  —¿Realmente eres Canadá?

  —Lo soy

  —Entonces, ¿por qué haces esto?

  —¿A qué te refieres?

  —Pensé que estabas furioso conmigo.

  —Claro que no.

  Canadá se sentó e intentó acercar en cuanto escuchó que la voz de México comenzaba a romperse.

  —Tú no eres Canadá. La última vez que vi a mi novio, me observaba con decepción y estaba tan molesto que se alejó de mí; estaba tan molesto que decidió jamás volver a verme.

  —¡Eso no es verdad!

  —¡SÍ LO ES! —gritó, empezando a llorar.

  México se había echo bolita, sosteniendo entre manos su corazón roto.

  El canadiense se puso tras él y lo envolvió en un abrazo.

  —... No estaba enojado, solo... —suspiró— Fue un pésimo accidente. Micxic, yo te-

𝙱𝚘𝚗𝚓𝚘𝚞𝚛 𝙼𝚘𝚗 𝙰𝚖𝚘𝚞𝚛 | 𝓒𝓪𝓷𝓶𝓮𝔁 | TERMINADAWhere stories live. Discover now