Epílogo

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La propuesta de modificación de ley contra el uso de la Alquimia se sometió al Pleno de inmediato por considerarse de urgente intervención, pues la presión social, cada día iba en aumento.

Tiempo después, Grumman consiguió que derogaran la ley sobre la prohibición de la Alquimia, y de acuerdo al principio de favorabilidad penal, a Mustang le aplicaron la normativa que le era más beneficiosa. Tuvo que pagar una multa millonaria por todos los daños causados al Fuerte Bradley, pero eso fue lo de menos.

El Programa de Protección Contra Alquimistas operaba de manera ilegal protegiendo, de supuestos ataques de alquimistas a gente poderosa y con suficientes recursos. Lo curioso era, que pese a que esos políticos eran los principales opositores de esta práctica, los agentes que contrataban para su protección también eran alquimistas, y ocultaban ese hecho para su propia conveniencia. Por eso Basque Grand y los principales accionistas del Programa hablaron en contra de Roy Mustang, querían agilizar su condena para silenciarlo y así evitar que sacara toda esta información a la luz que le habían confiado, al creerle un cliente potencial. Mas no contaban con que Grumman estuviese un paso delante de ellos, al haberle pedido a Mustang a través de Hakuro, conseguir la lista de agentes contratados de manera ilegal junto a sus respectivos clientes. Con la cual no dudó en destituirles y levantar cargos en su contra.

Ante el Consejo de Alto Mando de Amestris, Edward fue declarado hermafrodita, por lo que manejaron el asunto de su embarazo con discreción, evitando hacerle pruebas innecesarias a su cuerpo y a sus hijas; otorgando el completo respeto a la privacidad y dignidad humana de la señora Mustang, también evitaron hablar del tema con la prensa.

Madeline y Melissa fueron repatriadas junto a su tío Alphonse. La propia Elena Fiori viajó de vuelta con ellos para garantizar el respeto a sus derechos.

Mustang fue trasladado a un reclusorio de máxima seguridad, durante todo el proceso penal. Y en todo ese tiempo, no autorizó las visitas de Edward, pues a pesar de confiar en que Grumman no le delataría, temía porque el rubio pudiese perder la paciencia y terminara por hacer algo imprudente. Así que, como era de esperarse, Edward moría de impaciencia dentro del helicóptero, mientras esperaba su liberación.

Una buena cantidad de gente curiosa se había instalado detrás de las cercas de alambre de la explanada ubicada en las afueras del reclusorio, esperando por obtener las primeras imágenes exclusivas del empresario. Previniendo el caos que podría volverse toda aquella euforia que se generó cuando, después de largas horas de espera, Mustang al fin fue puesto en libertad, la seguridad del reclusorio fue reforzada por personal del propio ejército de Amestris.

Los fuertes gritos advirtieron a Edward, quien a toda prisa bajó del helicóptero, y sin esperar por la protección de Alex Armstrong, corrió a toda velocidad hacia su esposo. Roy le recibió con los brazos abiertos, e incluso le alzó. De manera que aquel joven, de cola de caballo y zapatos deportivos, envolvió su cintura con sus piernas para poder sostenerse y plantarle un buen beso en los labios.

Para ese entonces, el ocaso les había alcanzado y los interminables flashes y reflectores de las cámaras no dejaban de reflejarse interminablemente en el matrimonio igualitario. Las cámaras indiscretas, habían captado antes imágenes de Roy Mustang besando a algunas de sus antiguas conquistas, incluso a su esposa Edith Elric, pero era la primera vez que el empresario era captado besando a otro hombre. Ya no había razón para ocultarlo, Roy amaba a Edward y orgulloso de ese sentimiento, ya no tenía dudas de mostrarlo al mundo entero, porque en efecto, esa imagen fue viralizada en las principales redes sociales en cuestión de segundos.

El beso fue tan intenso que casi terminan arrancándose los labios el uno al otro. Sino fuese por los aplausos y vítores de los presentes, que les sucedieron al mismo, el beso se hubiese prolongado hasta el amanecer.

Mi verdadero nombre es Edward IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora