Im Jaebeom y Wang Jiaer, híbridos pertenecientes a diferentes especies y razas que por años han mantenido un fuerte disputa entre sí pero que ha sido borrada de la historia como si ambas especies no existirán.
¿Podrán ser los futuros creadores de u...
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Horas atrás..
Habían pasado escasos minutos desde que el omega y Jaebeom se había retirado del comedor a atender un asunto, dejando solos en la mesa a Jinyoung y Jackson juntos.
La tensión en el aire era impresionante, como si de dos dominantes se tratará. Si en algo coincidían ambas razas, era que en ambos territorios los omegas y alfas dominantes tenían el mismo valor a diferencia de uno promedio, tenian la misma autoridad, y ni hablar de los híbridos puros, los únicos capaces de dominar su parte animal y humana, pudiéndo separar y aportar una sola apariencia mezclandolas cuantas veces quisieran; Misma que años atrás era conocida como el "lecho de las dos vidas" ya que al poder tomar la apariencia animal que conforman al hibrido según su raza, si está fallecía inmediatamente el animal desaparecía, dejando solo en vida al humano y en viceversa. Aunque esta creencia fue desapareciendo con los años ya que era muy escasos los híbridos puros, en su mayoría muy pocos podían adaptar estas apariencias por lo que los híbridos ya solo iban siendo catalogados por su dominacia o como en la actualidad, por razas.
— Así que Wang Jia-er... se puede saber que tienes de especial. — Habló en un tono despectivo, con este complejo de supeoridad que tanto lo caracterizaba, rompiendo el evidente silencio incómodo que se había formado tras la salida de los otros dos híbridos.
— ¿Disculpa? — Preguntó incrédulo
—¡Si! no logro captar como mi Jae puso los ojos en ti.— volvió a responder de la misma forma, tomando un sorbo del vino tinto que estaba a su lado.
— Ahora que recuerdo tu rostro... decías que eras prometido de Jaebeom ¿verdad?... ¿Dónde está tu anillo, disculpa ?– Contrataco con un tono despectivo y lleno de burla, halzando su mano y señalado orgulloso el dedo en el que portaba el lujoso anillo proveniente de su familia, señal de que seria el futuro heredero del mandato en la manada Wang, acción que dejó por segundos con la boca cerrada a uno de los alfas más tercos e indomables de la jerarquía Im, siendo un acto histórico el cual se tenía que recordar.
— chasqueo la lengua en señal de irritacion– Que te hace pensar que tu persona es por lo que realmente Jaebeom este a tu lado y no tu posición — Volteó a mirarlo a los ojos desafiandolo.
— ¿Qué no es obvió?— Respondió sin apartar la mirada — No sólo es mi posición, si no mi valor como hibrido lo que tengo que hace que este a mi lado, cosas que tu ninguna de las dos tienes por ofrecer.
— ¡Por favor! Eres un canino, un perro a fin de cuentas, lo finura no puede existir en ese territorio, nada digno que salga de ahí puede tener oportunidad de estar con mi líder.
— Triste ¿no? Que un canino tan desagradable como yo, tenga más oportunidad que un felino puro como tú– Soltó con ironía, y una pequeña sonrisa asomandose de sus labios, sin despegar la mirada de contrario.
