Boludeando con los más mejores

Random 3 (parte 2)

Sonó el timbre e incluso desde dentro de los cursos se escuchaba a los pendejos salir.

Sus compañeros salieron siendo ellos los últimos. Alexandra pasó al lado del banco de Rodri y él que recién se levantaba le pegó una patada en el ojete para cobrarle el joderlo en clase.

—JAJAJA ay. —Se quejó ella riéndose y acariciándose el culo.

Salieron y como no vieron a los demás fueron a buscarlos; primero a los naturales.

Estaban los cuatro amontonados en la mesa del medio al fondo leyendo alguna gilada.

—Che, ¿Van a salir? —Preguntó Rodri a los gritos porque posta no se escuchaba un carajo, boludo.

—Ahora no, tenemos prueba. —Respondió Gonzalo mientras la pibas seguían con la cara pegada a las hojas.

—Vayamos con Agus, se debe sentir sola sin los otros estúpidos. —Dijo burlona Ale.

Fueron y se asomaron a la puerta para chusmear.

—¡Dale pelotudo, dejá de joder! —Gritaba ella medio riéndose pero sin quererlo, mientras le intentaba dar piñas a un pibe.

—Vamo, se está divirtiendo. —Dijo Ro y justo tocó el timbre. Qué chotos son los recreos de cinco minutos, no haces una verga.

Todos a sus jaulas por otras horas, pero no contaban con que algo les salvaría el día.

—Chicos, vengan afuera, quiero hablarles. —Llamó la vicedirectora desde la puerta diez minutos después de haber entrado al curso.

Salieron y tal y en el Hall de entrada están también los quintos de economía y naturales. El grupo de amigos se miraron confundidos preguntándose con señas qué pija pasaba.

—Quería decirles que los profesores que tienen ahora no van a venir, así que denles sus libretas a sus preceptores para que anoten que hoy se retiran temprano.

Los amigos de todas las divisiones se miraron con las bocas y ojos bien abiertos. Tenían tanto orto para safar todos de una.

Dieron sus libretas, esperaron un rato a que se las firmaran a todos y rapidito se tomaron el palo. Incluso antes de salir vieron por las puertas con vidrios de algunos cursos y algunos los miraban como "hijos de puta".

—¿Pueden creerlo? Es una cosa de locos. —Dijo Camila refiriéndose al hermoso suceso que acababa de pasar.

—Mal, bueno, vamos a agarrar a los boluditos. —Dijo Agus.

Los pibes locales (o sea, los que vivían por ahí y conocían) fueron guiando a los lejanos, de vez en cuando pasaba alguna boludez por sus ojos que les daba tema de conversación.

—La casa de Ignacio es por acá. —Dijo Alexandra.

Apenas doblaron en una esquina y venían caminando los dos gilasos.

—Che, ¿Qué onda, qué mierda hacen acá? —Preguntó Dani sorprendido de ver a su manada fuera en horario de clases.

—Nuestros profesores se fueron a la mierda y nosotros salimos temprano. —Respondió Rodrigo.

—Daah entonces tendríamos que haber ido. —Se quejó Kevin con su compañero de joda.

—¡Ustedes hijos de re mil re contra puta! Me dejaron sola y me tuve que bancar al infumable de Ezequiel. —Gritoneó Agustina.

—Cerrá el orto. —Dijo el turro Kevin con el ceño fruncido y con el dedo en los labios de la morocha.

Kevin salió cagando fuego y Agus fue detrás suyo. Ningún gil con nombre de turro la callaba.

Corrieron como por una cuadra a los gritos, por suerte no había nadie en la calle que presencie el quilombo por ser día de trabajo y clases. Al final Agus lo cazó del uniforme y le dió un par de bifes. Fueron como si no hubiese pasado nada con los demás que se quedaron viendo el espectáculo en la esquina.

Los pibes extranjeros se quedaron en la parada del bondi y los otros se fueron caminando a sus casas en patota, teniendo que dar explicaciones ya en sus casas de por qué no estaban en el colegio.

Escrito: 2018
Publicado: 7/11/21