Soy Charlotte Mikaelson. Si ese tipo de Mikaelson... soy el hereje original. Mi madre era una bruja, lo que me convertiría en una, pero yo soy un tipo de bruja especial era una bruja sifón, y mi madre al querer protegernos a mí y a mis hermanos, ter...
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Después de desmallarse a causa del grito, la Original se levantó. No tenía idea de cuánto tiempo había estado inconsciente. Pero de algo estaba segura, tenía que volver.
No importaba lo mucho que le doliera toda la situación, su esposo y el resto de sus seres queridos la necesitaban.
Así que como pudo se levantó, se subió al auto y condujo de vuelta a Nueva Orleans.
Charlotte se encontraba en le entrada de la ciudad. Estaba exhausta, pero sabía que la ciudad era un caos y necesitaban su ayuda. El único problema es que no recordaba cuanto tiempo se había perdido. No sabía si solo habían pasado dos horas, dos días o dos semanas.
Después de un tiempo la hereje llego al recinto y antes de que entrara respiro profundamente y entro.
Al entrar se dio cuenta que prácticamente estaba vacío. Se acerco a una de las puertas de la planta baja y escucho como Rebekah hablaba con Klaus.
- Me agrada Davina. No la dejaré morir. - Rebekah hizo una pausa antes de continuar.- Además, ¿quieres la ira de todas las brujas de la ciudad antes de que llegue Dahlia? Las necesitamos de nuestro lado, o de menos no en nuestra contra.
- Bueno tienen suerte de que hay una gran bruja en la familia. - Dijo Charlotte mientras entraba como toda una reina del drama.
- ¡Charlotte! ¿Dónde diablos habías estado? Me tenías muy preocupado. Stefan y yo te hemos buscado desde que te fuiste. - Exclamo Klaus al principio molesto y luego empezando a calmarse y mostrar un tono más preocupado
- Lo lamento Nik, pero necesitaba pensar y liberarme. Lamento no estar para ti Bekah. Pero ya estoy mejor. Intento superarlo y sé que, aunque no son mis hermanos de sangre, siempre los tratare como si lo fueran. - Dijo la menor al borde de las lágrimas.
- Charlotte no tienes que pedir perdón. Siempre serás una Mikaelson, sin importar nada. - Comento Klaus con los ojos cristalizados.
- Siempre seremos familia. Por siempre y para siempre. - Lloró Rebekah.
Los tres se dieron un tierno abrazo y las lágrimas salieron de la hereje.
- Bien, tenemos trabajo que hacer así que continuemos antes de que este lugar se convierta en un lago de lágrimas.- Informo la hereje
- Siempre fuiste sentimental, Lottie.- Explico el hibrido
- Que puedo decir, tengo corazón de pollo. - Finalizo la bruja inmortal.
Los hermanos rieron y continuaron con la plática.
- Muy bien, Bekah. ¿Qué te impide cambiar de cuerpo? Lo puedo hacer en este momento sin necesidad de amenazas del gran y poderoso hibrido. - Pregunto la recién llegada
- Bueno, esta lo que ya escuchaste sobre las brujas y Davina. Y esta el tema de Kol. Le juré de lo regresaría. No podre intentarlo si no soy bruja. - Informo la mayor de las hermanas
- Bien, cuando estes lista avísame y volverás a ser la misma rubia de siempre. - Le pidió Charlotte a su hermana y ella asintió. La hereje paso su mirada hacia su hermano. - ¿De qué me perdí?
- Freya estuvo en mi cabezo. Sabe mis secretos. - Comento el mayor
- Eso no es nada bueno. - Expreso la banshee. Sin filtro.
Rebekah le dio una mirada fulminante a Charlotte y hablo.
- Sabe que no te rendirás por nada. No importa. Niklaus, Charlotte. Sólo por un segundo, ¿podemos ser lo que tenemos que ser? Una familia unida. - Suplico Rebekah
- Por ahora. Por ustedes. - Respondió el hibrido por los dos.
Los hermanos se dieron el ultimo abrazo del día y se distanciaron.
- ¿Charlotte? ¿Dónde estabas? - Pregunto angustiado su esposo.
- Lo lamento, tenía que alejarme. Fue una noticia que vino de la nada. Pero ya estoy mejor. Se que se preocuparon por mí y ya estoy de vuelta. Te prometo que no o hare de nuevo. - Prometió la Original
- No importa. Lo único que me importa es que estas aquí conmigo, y que estas bien. - Declaro el Salvatore.
- Te amo. - Dijo la Banshee
- Yo también.- Respondió el vampiro
La pareja se dio un beso y unieron sus frentes.
- Segura que estas bien. ¿Quieres que llame al doctor? - Pregunto de nuevo Stefan, tocando el vientre de su esposa
- No, no es necesario. Él bebe y yo estamos bien. Solo necesito descansar. - Aseguro la embarazada
- Bien. Te amo.
- Yo a ti.
Stefan se fue y dejo a Charlotte acostada en la cama, pero antes de irse dejo un tierno beso en su mejilla. La chica se quedó dormida al poco tiempo
Cuando Charlotte despertó sus hermanos le contaron todo lo que paso cuando no estuvo y termino de hacer las paces con ellos. Fue a una cosa de brujas en donde reconocieron a Freya como una bruja de Nueva Orleans. Ahí Charlotte le dio un consejo a Klaus.
- Averigua que sabe. Algo me dice que el haber estado en tu cabeza le cambio el juego y no es a favor de nosotros.
- Lo hare, y a cambio necesito un favor.- Pidió el hibrido
- El que quieras.- Aseguro la hereje
- Asesina a Esther. Ella fue una perra contigo y creo que merece que le cuentes la verdad para luego irse de esta tierra de una vez por todas.
- Encantada.
Y así fue como Charlotte fue esa misma noche al cementerio donde se encontraba Esther. Al entrar Charlotte se llevó la sorpresa de que no había nadie. Solo un montón de aves muertas.
- Esa perra
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