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Las personas pueden ser crueles, no lo creen?

Se burlan de tu apariencia. De tu rostro. Tu cuerpo. Tus imperfecciones. Tu voz. Tu casa. Tu teléfono. Tu cabello.

Hasta de tu vida.

Y Hyunsuk lo sabía.

Siempre vivió rodeado de personas que sólo sabían burlarse de él y todo lo que pasaba.

Sus padres incluso, quienes lo maltrataban con golpes y palabras cada vez que tenían la oportunidad.

No bastaba con ellos, pues los chicos de su clase lo hacían también. Sin tener una pizca de piedad.

Y mientras crecía, los insultos también, junto a los golpes.

Fue una suerte para él cuando sus padres murieron cuando tenía doce años.

Pero no contó con que lo llevarían con su tío en Busan. Un hombre lleno de problemas y deudas. Se drogaba y siempre olía alcohol.

Hyunsuk estaba solo, totalmente solo en ese cruel mundo. Donde no existía luz, no existía paz, no existía la felicidad.

No existía el amor.

Vivió de esa manera hasta sus quince años, cuando su tío se quitó la vida en la sala.

O así piensan las autoridades.

Nadie tenía que saber que fue el inocente chico de quince años el que le cortó la garganta a su tío.

No era necesario saberlo.

Fue llevado a una casa hogar, en donde parecía más una cárcel por el bajo presupuesto que se tenía.

Y un año después, justo hace un mes, había llegado la persona que haría que su vida por fin se tiñera de otro color que no sea negro.

Park Jihoon.

Un inadaptado que era rechazado por todos, a quien había espiado desde el día de su llegada.

Al principio sólo era curiosidad, pero el verlo a escondidas todos los días a todas horas terminó como una obsesión.

Siempre lo miraba desde lejos, observando cada detalle de su perfecto rostro. Incluso había podido dibujado a la perfección en su cuaderno, sólo le faltaban unos pequeños detalles.

Y por eso, en ese momento lo espiaba desde un lugar que según él, Jihoon lo miraría.

Jihoon estaba solo en el jardín, mirando el suelo y moviendo su pie con lentitud.

Habían cruzado miradas un par de veces y Hyunsuk podría decir que eran enamorados.

Jihoon llevaba puesto unas ropas desgastadas y su pelo negro estaba opaco.

Hyunsuk lo miraba desde dentro de la casa, justo en la ventana. Dibujaba en su cuaderno, tratando de acabar se retratar la hermosa imagen de Jihoon.

Hasta que llegaron los mismos molestos chicos de siempre.

- Estás acosando al nuevo otra vez? - uno de ellos se burla, pateando su cuaderno y haciendo que este llegara lejos a varios metros de Hyunsuk. - Serían una buena pareja. Ambos son igual de raros. - los otros dos con los que viene se ríen. - Pero darían mucha lastima que me daría pena golpearlos.

Hyunsuk lo ignoró y se dirigió a tomar su cuaderno, haciendo una mueca al ver que su dibujo se había manchado al rasparse en el suelo.

- Estás ignorandome? - preguntó el mismo que le había tirado el cuaderno, acercándose con una sonrisa para nada amable. - Crees que un insecto como tú tiene el derecho a ignorarme? - ríe justo antes de darle un empujón.

Crazy Love ● SukhoonWhere stories live. Discover now