Capítulo 14: La plática.

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Era lunes nuevamente y Louis se encontraba caminando hacia el campo después de recibir un mensaje de Harry. Sentía que sus visitas hacia esa parte del colegio habían sido más frecuentes últimamente, que en los últimos dos años.

Cuando sus pies volvieron a tocar el pasto sintético y encontró al equipo de fútbol americano entrenar, Louis tuvo el pensamiento fugaz de que, no pertenecía ahí. Es decir, toda su preparatoria intentó mantenerse alejado del bullicio y ahora, él se dirigía a ellos por voluntad propia.

—¡Hola, Louis! —Miles lo saludó, agitando su mano de un extremo a otro. Estaba descansando en las bancas y se levantó para recibirlo; una mata de sudor apareciendo sobre su frente y cayendo apacible sobre su barbilla.

—Miles, hola —le devolvió el saludo. El chico era bastante amigable y sus ojos marrones lo hacían lucir delicado; con unas diminutas, casi imperceptibles pecas en su nariz—. ¿Has visto a Harry? —Cuestionó con ligereza.

—Se encuentra entrenando con los otros chicos por allá —señaló una silueta, varios metros alejados de ellos y Louis, tuvo que entrecerrar sus ojos para enfocar. Tal vez, necesitaba comenzar a usar lentes—. ¡Oh, pero mira! Allí esta Nick con los demás. Ven conmigo, el imbécil no llegó a entrenar. Williams estará furioso.

Riendo nerviosamente, Louis se quedó parado, completamente asustado cuando, aproximadamente, cinco chicos se reunieron en un círculo amistoso. Si bien a Louis le desagradaban los adolescentes, también les temía. Sentía que, en cualquier momento lo criticarían y sabrían la clase de perdedor que era. Entre menos gente hubiese en un determinado lugar, mucho mejor sería para su estabilidad emocional y mental.

Miles se percató que Louis no se trasladó junto con él e insinuó una ligera sonrisa reconfortante. Farfulló—: Si te hace sentir mejor, Louis; todos ellos son unos idiotas. Como que, en serio unos verdaderos imbéciles y es más sencillo que tú los juzgues, a que ellos a ti. Sinceramente, yo siempre lo hago... —Miles continuó hablando y Louis intentó acallarlo con un mohín de su mano. Los jugadores comenzaron a acercarse a ellos; Dominic negó con su cabeza, divertido al escuchar a Miles—; normalmente tengo que, callarlos porque, ¡Nunca dejan de hablar, pareciera que...!

—Levemente contradictorias tus palabras, cuando eres tú, quien nunca guarda silencio, Milo. —Como si ya estuviese acostumbrado a ello, Dominic se burló y lo tomó de la cintura antes de proporcionarle un dulce beso en su sien. Miles se retorció por debajo de él, con una risilla cosquilluda.

—¡Ya te he dicho que no me llames así! —A pesar de su retorcimiento, Miles todavía se encontró inclinándose al contacto de los labios de Dominic sobre él.

Louis observó las reacciones de los otros chicos, pero aparentemente aquellas escenas afectuosas eran usuales para ellos. Louis bajó su mirada a sus pies, cohibido. Eran demasiadas personas.

Jamás había deseado tanto que Harry estuviese a su lado, como ahora. ¿Desde cuándo añoraba su presencia como su lugar seguro? Dios-maldito-mío.

—Difícilmente puedo hacer eso, cuando tú sigues diciéndome Nick. —Dominic, poseía un pequeño arillo en su labio inferior que se movía cuando pasaba su lengua por él y Louis creyó que, anteriormente no lo tenía, pues era cuando entrenaba. Lucía atractivo. Mucho.

—¡Bien, no importa! —saliendo de sus brazos, el lenguaje corporal de Dominic se tensó al momento que Miles se separó de él. Su expresión más desanimada. ¿Acaso eran pareja o simplemente, Dominic tenía sentimientos no correspondidos? Qué desgracia. Esperaba que nunca le sucediera algo así—. Chicos, él es Louis... —esperó a completar su frase, buscando el vínculo que poseía con Harry.

Under the sheets [ls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora