Y entonces, Louis lo arruinó. Se alejó.
En lo que al respecta, todo fue por un fin beneficioso. Un fin que debía ser satisfactorio, pero únicamente lo estaba haciendo sentir miserable.
Cinco días. Solamente cinco malditos días en los que evadió a Harry-jodido-Styles y se sentía como un marinero navegando solitario por las frías aguas del Occidente. Manteniéndolo despierto por las noches y, sintiéndose tan culpable que incluso, tomaba sus almuerzos en el baño del colegio. Como ahora.
—Louis, en algún momento tienes que salir de ahí —la voz de su mejor amigo se escuchaba en el otro cubículo. Sus pies, lo único que apreciaba—. No puedes escapar de tus propios sentimientos por siempre.
—Claro que puedo hacerlo —con manos temblorosas, llevó su sándwich a su boca. El almuerzo era del colegio, porque estaba muy ocupado evadiendo a Harry como para aceptar una de sus deliciosas comidas—. No subestimes mi convicción. —Tenía ganas de vomitar, así que, el almuerzo estaba siendo espantoso. Más. Quería las comidas que Harry le preparaba. Lo quería a... no, no lo quería a él. No.
—Louis, tienes que hablar con Harry —suspiró—. Miles me ha dicho que en sus entrenamientos se encuentra distraído, confundido, enojado, tris...
—No quiero saberlo —Louis se escondió entre sus manos, guardando la comida. Las náuseas, revolviéndole el estómago—. No quiero saberlo —repitió.
—Han pasado cinco días, Lou.
Cinco días. Cinco días en los que, ignora a Harry durante clases, lo evade por los pasillos, toma sus almuerzos en el baño, no responde sus llamadas o mensajes y, cuando Harry lo fue a buscar a su trabajo, le pidió a Mia que mintiera sobre su paradero. ¿Todo esto por qué? Porque es un cobarde que no se entrega a la vida, ni mucho menos al amor. Siendo la manera más baja, sucia, cruel, cobarde de alejarse de alguien, sin una explicación. Huir... ya que, huir es la única respuesta que ha conseguido para resolver sus problemas.
No ha pasado ni una semana, pero se siente como todo un mes. Se había acostumbrado tanto a la presencia diaria de Harry que, no tenerla ahora era, punzante.
—No sabía que llevabas la cuenta —dijo tajantemente.
—Louis, yo... —Niall evaporó un sonidito exasperado. Posteriormente, se levantó y subiéndose a la taza del baño, se asomó al cubículo de Louis—. Mucho mejor.
—¿Qué... qué estás haciendo? —Escandalizado, Louis se enderezó.
—Necesito que me escuches —dictaminó con fuerza—. Sé que tienes miedo; miedo a salirte de tu camino principal y creer que, por tomar otra vía no llegarás a tu destino deseado. Pero, eso no es verdad, porque al final, siempre existirán más rutas que te conducirán a donde realmente anhelas estar.
—No necesito...
—Silencio —elevó su mano, acallándolo—. Lo que pretendo decir es que, últimamente has estado más tranquilo. Éste último mes, tu vida no solamente giraba en torno al colegio y sus derivados —tomó una ligera pausa, exasperado—. Louis, no por querer ser feliz en tu último año de preparatoria, significará que perderás la oportunidad para estudiar en Columbia.
Louis tembló. Sus manos se hallaban frías y su cabeza se sentía pesada. Tenía miedo... siempre ha tenido miedo. Miedo a liberarse, miedo a no ser suficiente, miedo a demostrar debilidad... miedo a ser él mismo. Su tía Maggie le dijo en aquella boda que confesó estar enamorado de un chico y Louis no podía recordarlo. No podía hacerlo porque, bloqueó sus memorias, bloqueó los momentos en donde se sentía alegre. Él se ha encargado de distanciarse de todas las personas por inseguridad y al final, cuando todo se derrumbaba, pensar: <<Oh mierda, los alejé. En fin>>.
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Under the sheets [ls]
FanfictionEn su último año de preparatoria, Louis quería terminar su proyecto final para recibir un reconocimiento que le beneficiaría para entrar a la Universidad. Trabajando en una pastelería de medio tiempo y solventando las necesidades de su familia. Su v...