Insectos Mortales ☕🍵Beelzebub X Qín Shǐ Huáng🍵☕

☕Uno☕

–Es uno por todos los territorios de los dioses.

–Mictecacíhuatl, piensa en lo que dices un poco

–Sería uno de los príncipes del infierno para solucionar esto

–A ver, sacrificar a alguien no debería estar entre las opciones que tenemos

–No tenemos opciones, solo tenemos una opción.

Dioses aztecas, la primigenia, los demonios y el emperador habían entrado al palacio del Omeyocán para poder poner la cabeza fría y pensar en qué iban a hacer para detener al dios dador de la magia negra a los dioses, el cual, les dió un lapso de no menos de una hora para decidir qué harían, en ese tiempo, desde afuera vería a través de su magia qué lugar sería la extensión de territorio que usaría desde ahora para distraerse y en el mejor de los casos dejaría de destruir todo lo que tuviera enfrente, algo que...en realidad no pasó, todo el Mictlán seguía temblando, pero al menos no al punto de que todo siguiera cayéndose.

Con respecto a la segunda exigencia que Šešėlis había dado para no seguir destruyendo el hogar de los dioses era de lo que estaban hablando ahora, y era todo un desacuerdo entre laa partes allí presentes: al azteca Mictecacíhuatl y el líder babilonio Marduk estaban de acuerdo en darle lo que pedía, mientras que Ometéotl y Mictlantecuhtli seguían dudosos de si dárselo o no, al tiempo en que Tláloc estaba en completo desacuerdo en sacrificar a alguien para arreglar un problema que se había formado mucho antes de que siquiera este naciera.

Los pecados capitales presentes estaban igualmente en contra, no dejarían que su hermanito cayera en las manos de un monstruo como lo era ese primigenio, y en esa causa se les unió Qín Shǐ Huáng, por lo que empezó una batalla campal de diálogo altanero entre las partes que estaban de acuerdo, dudosos de hacerlo, y por último las que estaban en contra de hacerlo, pero el tiempo no se estaba deteniendo para que discutieran a gusto, necesitaban urgentemente decidir qué hacer o no iba a servir para nada el tiempo que Šešėlis les había dado, y Nittiyam parecía ser la única que tomaba el tiempo en cuenta, por lo que ignorando esa pelea verbal entre todos, tomó a Beelzebub de la muñeca y lo alejó de todos para que pudieran hablar "a solas".

–Beel, cumplir o no ese capricho de Šešėlis al final será decisión tuya, pero...tal vez haya otra forma de arreglar esto...–dijo Nittiyam juga do con el mástil de su bandera, no queriendo admitir que esa otra forma sinceramente no existía.

–Nitti, ¿qué otra opción queda además de esa?–preguntó Beelzebub como si nada, poniéndose a la altura de la diosa.

–...no lo sé, yo...normalmente recurría a Axel para contener a Šešėlis, pero...si lo libero corro el riesgo de hacer más grande todo esto...–dijo Nittiyam bajando un poco la cabeza–ni siquiera pude vencerlo en combate...no sé qué hacer...

–Tú no vas a poder vencerlo de ninguna forma, Nitti, el poder que está liberando ahora es uno que se estuvo almacenando dentro de esa piedra donde estaba sellado por millones de años, necesitará al menos la mitad de ese tiempo para que se estabilice y quedé a la par del tuyo–explicó Beelzebub con demasiado calma para ser su vida la que corría más riesgo–y no tenemos ese tiempo

–Pero será tu perdición si te entregas, Šešėlis te matará, desde que nacimos siempre fue el mas agresivo despues de Valimai, no dudará en acabar contigo–dijo Nittiyam empezando a alterarse un poco–cuando eso pase volverá a destruir todo, solo estamos ganando tiempo para nada

–...creo que hay una forma de evitar eso...–dijo Beelzebub llevando una mano a su mentón.

–¿Eh? ¿Cómo?–preguntó Nittiyam alzando una ceja.

–¿Eres diosa de lo eterno y lo continúo, verdad? Debes tener la capacidad de hacer un trato perpetuo, o al menos mantenerlo cierto tiempo, ¿no es así?–preguntó Beelzebub encontrando una solución al riesgi de aquel trato.

–Oigan, ¿de qué están hablando tanto?–preguntó Qín Shǐ Huáng deteniendo entonces la discusión verbal de dioses y demonios en la que estaba involucrado.

–Creo que Nitti puede darnos una solución a esto sin necesidad de pelear–dijo Beelzebub llamando rápido la atención de todos los presentes.

Incluso la de Nittiyam, que seguía ligeramente confundida.