CAPITULO 8

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"Buenas noches".

"Buenas noches".

"Buenas noches", contestó Hermione mientras observaba a sus dos amigos subir las escaleras hacia sus nuevos y respectivos dormitorios. Habían acampado en el salón el primer par de noches para poder estar listos si Kreacher regresaba con Mundungus a las tres de la mañana. Sin embargo, después que Kreacher regresó con Mundungus y quedó claro que los Mortífagos no podían entrar, Harry dijo que se iba a dormir en la antigua habitación de Sirius, deseando estar rodeado de los recuerdos de sus padres y padrino. Probablemente también seguía buscando la segunda parte de esa carta rota, o cualquier otro fragmento de recuerdo que pudiese conservar. Kreacher se había ofrecido con entusiasmo a prepararle algo no tan rancio, y también a limpiar las habitaciones de Ron y Hermione. Ron estaba durmiendo en la antigua habitación que antes compartía con Harry, se suponía que Hermione estaba en la que antes era suya y de Ginny; pero en las últimas tres noches, solamente había sido capaz de dormir con la mano de Ron tomando la de ella, Hermione no creía ser capaz de volver a dormir sola.

Por todo lo anterior, Hermione se quedó en su habitación durante unos cinco minutos; y como Ron había dejado su puerta abierta, Hermione se asomó dentro para encontrarse con que aún estaba despierto, acostado boca arriba, mirando hacia el techo. Llamó a la puerta y Ron volteó a verla. No se veía sorprendido en lo más mínimo de encontrarla allí parada. Ambos recordaban muy bien las horas que habían pasado juntos en este cuarto: él en su cama, ella sobre la de Harry, hablando de todo lo que había sucedido durante el día, cosas que no podían decir delante de los demás. Hermione tenía la esperanza de poder reanudar ese ritual nocturno.

Ron asintió con la cabeza una vez. Hermione comenzó a cerrar la puerta detrás de ella, pero se detuvo al pensar en algo. "¿Debemos dejarla abierta? ¿Por si acaso?"

"Creo que estaremos bien", dijo Ron. "Pero déjala entreabierta un poco", decidió cambiar de opinión cuando Hermione casi cerraba la puerta por completo. "Por si acaso."

"Tienes razón" dijo Hermione. No estaba muy segura de estar lista para encontrarse en una habitación, a altas horas de la noche, a solas con Ron y con la puerta cerrada. Hace dos años había sido aceptable cuando todavía estaba tratando de entender sus sentimientos, pero ahora sabía exactamente lo que su corazón quería - un abrumador aumento en los anhelos y nervios llegaron de pronto a ella mientras se giraba para ver el rostro de Ron - -sí, definitivamente era una buena idea mantener la puerta entreabierta.

Caminó hacia la antigua cama de Harry, para tomar su antigua posición: piernas dobladas que permitieran descansar su mentón sobre sus rodillas. Ron se quedó tumbado sobre su espalda, pensativo como siempre. No dijeron nada durante un buen rato, simplemente disfrutaban de la mutua compañía y reflexionaban sobre todo lo que había ocurrido en los últimos días. "¿Cómo diablos vamos a entrar en el Ministerio?" Finalmente preguntó Hermione en voz baja.

"No lo sé", admitió Ron. "Eso lo verá el día de mañana." Parecía tan preocupado como Hermione se sentía. "Me gustaría que me dejara ir", admitió con fuerza.

"Sí, lo sé" admitió Hermione. La idea de que Harry fuera furtivamente al Ministerio, incluso bajo la protección de la Capa de Invisibilidad era algo terrible de imaginar. Habían encontrado un anuncio en El Profeta que Lupin les había traído, donde ofrecían diez mil galeones de recompensa para cualquier persona que pudiera llevar a Harry Potter al Ministerio, preferiblemente con vida. Ahora que el Ministerio había caído bajo el control de Voldemort, había una gran cantidad de nuevos recursos bajo su control que podía utilizar para seguir la huella de Harry. El último lugar en el que debía estar pensando, era la mismísima entrada principal de Ministerio de Magia. "Pero te necesito aquí conmigo mañana", le recordó Hermione. "Así podrás hacer memoria de todo lo que sucedió en tu última visita al ministerio."

Hermione Granger Y Las Reliquias de La MuerteWhere stories live. Discover now