10. La Playa

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Tres horas de entrenamiento, "suficiente por hoy", pensaba yo. Y tenía razón, dado que al día siguiente tendría unas agujetas que ni Dios...

Después de ese "maravilloso" entrenamiento, nos merecíamos un premio o algo, así que fuimos a la playa como otras muchas veces. Siempre había alguien que acababa en el agua, y ese día, no, no fui yo, fue la sensei . A ella, dentro de lo que cabe, le dio igual, aunque después nos ayudó a tirar a Hugo también. 

Comimos, y cuando terminamos, M.ª Ángeles, Vicky y Alba se pusieron a jugar a las cartas, pero Hugo, que es como es, se llevó un balón de fútbol, y aunque a mí no me guste mucho el fútbol, jugué un "partido" con él.

Realmente jugábamos a quitarnos el balón entre nosotros, pero como a mí apenas me gusta el fútbol, no lo practico, así que soy penosa.

Me caí a la arena, nada grave, y seguí a lo mío, ensimismada jugando, y pensando a a la vez, no precisamente en la pelota, hasta que me caí de bruces, pero no lloré, no es típico de mí, sino que empecé a reírme como una loca, que eso sí es más normal.

-¿Estás bien?- se preocupó Hugo, también riendo.

-¡¡¡S-siii!!! ¡¡jajajjajajajajjajjaja!!- me estaba riendo tanto que me estaban saliendo abdominales.

-Chica, tienes un problema...

-Ya lo sé, ¿Me ayudas?- y le tendí mi mano para que me ayudase a levantarme.

Él me intentó levantar, pero yo hice más fuerza y lo tiré a mi lado. Los dos empezamos a reír sin parar.

-¡¡Emma!!

"Perfecto, ya me han estropeando el momento...", pensé

Me giré, ya sin reír, y me di cuenta de que quien me llamaba era Alba. Parecía que tenía que contarme algo, y así era. Hugo me ayudó a levantarme, esta vez de verdad, y fui corriendo a ver que pasaba.

-¡Te la robo un momento!- le gritó Alba a Hugo.

-¿Qué es tan importante que me ha estropeado mi preciosísimo momento de felicidad?- dije acalorada, un poco por todo lo que me acababa de reír.

-Ya sé porque Vicky está así... -me susurró

-¡¿Qué le pasa?!- dije despertándome de repente

-A Vicky...le gusta Hugo... -me confesó

-Espera...¡¿QUÉ?! ¡¿Qué a Vicky qué?! -grité

-¡Pero cállate, so tonta! -me susurró como si fuese un secreto, que lo era, pero bueno.

-Perdón... ¿Cómo te has enterado?

-Se lo estaba contando a la sensei, y me he enterado... ¡pero no se lo cuentes a nadie!

-Si fuese otra cosa a lo mejor, pero ¿esto?, ni a mi diario- dije, también susurrando.

-¿Tienes un diario?- se asombró mi amiga

-Que va, no tengo, pero tú me entiendes...

-Sisiii, yo te entiendo.

-Pues eso...

Yo por dentro estaba muriéndome, porque si eso era verdad, yo no tendría posibilidad alguna con Hugo, sobre todo porque Vicky había conocido a Hugo mucho antes que yo, y porque ella era más guapa y lista que yo...

-Tú tranquila, ella no tiene posibilidad alguna contra ti, ¡Hugo y tú os pasáis la vida juntos!-muchas veces me pasa, que Alba me lee la mente, como si tuviésemos telepatía.

-Ya... -dije desanimada

-No te preocupes, que no va a pasar nada entre ellos dos, ya verás. -me dijo Alba mostrándome todo su apoyo.

Yo no sabía que decir, así que simplemente bajé la mirada y me callé.

 -Y ahora vete con Hugo, que te está esperando- dijo señalando con la cabeza detrás mía, donde estaba Hugo con el balón en la mano y sonriendo al ver que yo me dirigía hacia él.

-Gracias, Alba -le susurré y me fui con Hugo, que me desafió en cuanto llegué.

-Se nos ha olvidado el combate -dijo retándome.

-Por mí lo hacemos aquí y ahora... -le seguí el juego- ¿llamo a la sensei para que haga de árbitro?

-No, tranquila, que ya voy yo- y se alejó a avisar a la sensei para que, como Emma había dicho, hiciese de árbitro.

-¿Qué pasa Emma?¿Por qué Hugo está hablando con la sensei? -me preguntó Vicky que se había acercado a ver que pasaba

-Vamos a hacer un combate -le respondí, mirándola con mala cara

-¿Aquí?

-Sí, ¿algún problema?

-No, no, ninguno... Solo que...no sé, podríais haberlo hecho en el entrenamiento...

-Se nos ha olvidado... -dije, cortante

-Vale, vale...- dijo, Vicky parecía...¿celosa? Sí, puede que esa sea la palabra...

"Ella una vez me dijo, que yo me creía el ombligo del mundo, que era una egocéntrica y cosas por el estilo, algo que realmente no me gusta ser, no digo que nunca lo sea, pero prefiero pasar desapercibida, y no me molestó mucho, porque sabía que no era así, pero lo que me molestó fue que lo dijo delante de Hugo y Alba, y a mí eso me fastidió un poco, mejor dicho mucho...
Aún sigo pensando en eso que me dijo, y pienso, que tal vez era verdad, que soy así..." - pensé

Bueno, no nos enrollemos, sigo, la sensei llegó preparada para arbitrar, algo que a Vicky también le gustaba mucho..., y Hugo y yo nos pusimos algunas de la protecciones(no todas, son muchas...), nos pusimos: las guantillas, las espinilleras y el peto.

-¡Ayime!(se escribe Hajimeru, que significa comienzo)-anunció la sensei.

A primera vista combate estaba ganado, por Hugo, no por mí pero no fue así. No sé si es que se dejó ganar, era muy malo o estaba cansado, pero yo gané 5-2.  Hugo me felicitó, y después no hablamos mucho más, ya sea porque se picó o porque yo pasé el resto de la tarde con Alba y no quiso interrumpirnos, pero yo disfruté como nunca antes.

Sigue Soñando | LIBRO 1 | Trilogía SueñosWhere stories live. Discover now