Capítulo 9

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De nuevo en aquel teatro. Stefan de detuvo, observando las enormes puertas con detenimiento. La última vez que había estado allí no había podido posar su curiosa mirada sobre aquella fabulosa entrada, ni sobre los adornos dorados que engalanaban sus escaleras. Sintió los dedos de Dylan entrelazarse con los suyos devolviéndole a la realidad.
_La primera vez siempre es así. Este lugar impone
No había sido capaz de contarle lo de su ataque. ¿Era la vergüenza o el miedo? No importaba. Debía contarlo. Se soltó de su mano.
_Dylan, yo tengo que...
_¡Vaya¡ ¡Pero si es Stefan el del ataque de pánico!
Su cuerpo se quedó paralizado al oír las voces de sus antiguos compañeros. Stefan había asistido a una de las escuelas de ballet más prestigiosas del país y había acudido a aquel certamen. Aquel último año se había sentido tan presionado, tan ansioso. No sabía como solucionarlo y el momento en el que todo pudo con él llegó sobre el escenario. La música empezó a sonar y su cuerpo no se movió del sitio. Observó al público, asustado. Su respiración comenzó a acelerarse más y más. Se desmoronó frente a un teatro lleno de gente.
_¿Qué? ¿Has venido otra vez para desmayarte de nuevo en el escenario?
Dylan le observaba con fijeza, con una interrogante mirada.
_¿Stefan...?
_Yo... Dylan, no puedo hacerlo. No puedo
Se dirigió a la entrada con la mirada gacha, seguido de las risas de los jóvenes.
_Siempre has sido un cobarde, Stefan
Oyó un golpe que le hizo volverse. El chico que se había burlado de él estaba tirado en el suelo, intentado parar la hemorragia de su nariz. Dylan le pasó por encima y agarró a Stefan del brazo.
_Vamos a nuestro camerino.
_Pero...
_Me da igual lo que digas. Si que puedes hacerlo, yo creo en ti.

***
Stefan hundió el rostro en la chaqueta de Dylan, cerrando los ojos.
_Me desmayé frente a todo el teatro. No pude moverme. Fue horrible. Cuando pisé la escuela al día siguiente todos se reían de mi. Decidí huir lo más lejos que pudiera.
_Y eso te llevó a nuestra escuela.
_Sí
_Por eso aquella actitud tan chulesca ¿verdad?
El joven asintió, notando las manos del moreno subir por su espalda.
_Stefan, hay algo que ha cambiado respecto a ese año.
_Casi todo lo ha hecho, Dylan.
_Algo importante
_¿Qué ha sido?
_Tu. Ya no eres el mismo, tienes compañeros que te apoyan y un novio que te sujetará si caes.
_Dylan, yo...
Se separaron al oír la puerta abrirse. Eran los chicos del antiguo grupo de Dylan.
_¡Tíos!
_¡Dylan, macho! Buenas, Stefan
_Hola ¿qué tal?
El rubio sonrió ante el inesperado saludo.
_Queríamos venir a desearos suerte. Salís antes que nosotros.
_Gracias, tíos. Pero sabéis que un servidor no la necesita
Ellos estallaron en carcajadas.
_¡Vaya modestia!
_¿Qué? Para nada estoy con el mejor en ballet.
Uno de los chicos le rodeó los hombros a Stefan.
_Si quieres podemos librarte del pesado un rato
_No hace falta. Ya estoy acostumbrado. Solo necesita mano dura
_¡Qué bueno!

***

Pisó el escenario, temblando. Sus pasos dejaron de ser firmes al sentir el griterío al otro lado. Dylan lo sujetó por detrás, llevándolo hasta uno de los altavoces. Lo obligó a colocar una de las manos sobre el altavoz y a cerrar los ojos, sin soltarle.
_Será un trabajo de nosotros tres. Tu, la música y yo. No hay nadie más. Céntrate en ello. Solo somos nosotros.
_Dylan ¿no estás nervioso?
_Aterrado, pero tengo tantas ganas de salir ahí contigo que se me olvida.
_Puedo hacerlo porque estás aquí. Eres el único que impide que salga corriendo.
_Lo haría las veces que hiciera falta

***

Tras los últimos compases el público estalló en sonoros aplausos. Stefan, quieto en su última posición, observó a todas y cada una de aquellas personas aplaudiendo. ¿Qué era aquella sensación? Le gustaba. Era muy agradable. Desvió la mirada a su lado izquierdo. Dylan estaba radiante, saludando a todo el mundo con la mano. Gracias a él. Ya no importaba siquiera si ganaban o perdían. Se acercó a él y, sujetándolo de las solapas de la chaqueta, le plantó un beso en los labios. Al moreno comenzaron a subirsele los colores. Stefan rió ante sus tartamudeos y lo tomó de la mano.
_Saludemos.

***
_¡Marica!
_¿Quieres que te arranque la cabeza?
El otro chico sujetó a Dylan, comenzando a revolverle el pelo.
_¡Parad ya!
_¡Ni hablar!
_Somos tus amigos. Está en nuestro deber mortificarte un poquito cuando tengas pareja.
_¡Ah! ¿Y por qué a él no le hacéis nada?
Stefan dejó de beber de su botella, ladeando la cabeza.
_Es que...
_No nos atrevemos
_Es rubio, vete a saber que puede hacernos
_¿¡Qué tendrá que ver su color de cabello con...?! ¡Ah!
El rubio se echó a reír. Realmente eran divertidos.

***
_¡Ay! ¡Abuela!
Dylan de masajeó la espinilla
_Eso te pasa por no decirle a tu abuela que tenías pareja, mal bicho
_Pero ¡ay! No me des más, bruta
_Te lo tienes merecido.
La mujer se volvió hacia Stefan.
_Ven aquí, guapetón. ¿Cómo te llamas?
_Stefan
_Pero acércate, hombre. Que a ti no te voy a dar, solo al lelo de mi nieto
_Bueno...
Él se le acercó con sigilo, haciendo que la mujer estallara en una alegre carcajada.
_Ya veo que le has prevenido ¿eh,Dylan? Sinvergüenza...hablar así de mal de tu abuelita. Ven, chico, ven. No tengas miedo de la yaya
Pellizcó la mejilla de Stefan.
_ Dime ¿como es que un mocetón con una planta como la tuya está con eso?
_¿E-eso?
_Mi nieto, sí.
_Ah, bueno...digamos que pasó sin más
_Ya veo que lo da todo en la cama.
_¡Abuela!
_¿Qué? Solo digo que el chico tiene cara de satisfacción
Stefan se volvió, rojo como un tomate.
_Ala, ya has hecho que se avergüence
_Tu abuelita aún tiene mucho juego. Es capaz de muchas cosas
_Bueno, tenemos que volver a que nos den las puntuaciones y...
_La abuela os entiende, chicos. Usad protección.
***

Stefan se sujetó con fuerza de la mano del moreno sobre el escenario mientras daban los resultados. El corazón le latía a mil por hora. Cuando su mirada se cruzó con la de Dylan supo que él estaba igual. Se acercaba el veredicto de su categoría.
_Y los ganadores en la categoría de duo son...

***
_Siento haber interrumpido vuestra merecida celebración. Me llamo Roger Grey y como ya sabréis soy el director de la escuela que nutre de bailarines al ballet nacional entre otros. En primer lugar deseo felicitaros a los dos por vuestro triunfo esta noche. Vuestro talento, creatividad y aplomo nos has dejado atónitos. Desearíamos contar con ambos para el próximo curso y obsequiaros con dos becas completas. ¿Qué me decís, chicos?

***

El futuro es algo incierto. Aquel día comenzó nuestra verdadera carrera como bailarines. Stefan me presentó a su familia y a pesar de que al principio se mostraban reticentes con que yo formara parte de ellos,ver que hacía feliz a su hijo terminó inclinando la balanza a mi favor.
Pero no todo llega a buen puerto.
Los sueños y las relaciones se truncan o se transforman.
Y nosotros no éramos intocables en ese aspecto.

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