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             Narradora
   Los dos “invitados” se quedaron sentados en el sofá viendo como una niña de cabellera azabache y ojos grises escapaba de Kokichi que intentaba atraparla. Al reírse detonaba una voz chillona como cualquier niña de su edad, junto a una dentadura impecable y radiante, y procuraba no ensuciar su vestido púrpura arriba de su camisa blanca larga y sus zapatos marrones.

⁽⁽—¡¡Katerinne Tanaka!!, ¡vuelve aquí con eso!.—⁾⁾ gritó el pelivioleta casi tropezándose con sus pies

⁽⁽—¡NO!, ¡¡quiero jugar con la varita de tía Himiko!!.—⁾⁾ respondió la pequeña apresurando su carrera

⁽⁽—¡¡LA VAS A ROMPER!!.—⁾⁾

   Varios fueron los intentos de Kokichi de atraparla hasta que al querer tomarla del brazo terminó con la cara estampada en el suelo con ambas manos a los costados de su cabeza.

⁽⁽—¡Ouma-kun!.—⁾⁾ gritó Shuichi aún teniendo al bebé en brazos

   Mientras los adultos miraban atónitos en el sofá, la niña detuvo su carrera, preocupada de que el adulto de cabello particular estuviese herido.

⁽⁽—¿O-Ouma-kun..?.—⁾⁾ se acercó al cuerpo tirado del nombrado ⁽⁽—No lo maté, ¿verdad?, ¿¡verdad!?.—⁾⁾ preguntó preocupado a los dos sentados

⁽⁽—No lo sé~ ¿por qué no te acercas para ver si se murió?.—⁾⁾ dijo Rantaro con un tono inocente

⁽⁽—¡Rantaro!.—⁾⁾ regañó Shuichi y este solo rió por lo bajo

   La pequeña de dos coletas bajas se acercó más al cuerpo con miedo, con su dedo apuntador tocó el hombro izquierdo de este para luego retirarlo rápidamente, cuando no recibió respuestas volvió a tocarlo siendo más exigente. No hubo tercera vez porque al segundo de querer tocarlo de nuevo, Kokichi saltó hacia la niña y la abrazó aplicando parte de su peso para inmovilizarla.

⁽⁽—¡¡WAAAAAA!!.—⁾⁾ gritó asustada soltando delgadas lágrimas ⁽⁽—¡Eres malo, Ouma-kun!, ¡ME ASUSTASTE!.—⁾⁾ criticó dándole golpes en su pecho

   El bebé sentado en las piernas de Shuichi reía escandalosamente mientras aplaudía divertido.

⁽⁽—Lo siento princesa mía, pero el golpe si fue de verdad.—⁾⁾ dijo acariciando la cabeza de la menor

⁽⁽—¡Hmp!, mentiroso, ¡no te creo!.—⁾⁾
refunfuñó cruzándose de brazos formando un puchero ⁽⁽—¿¿Uh??.—⁾⁾

   Giró su vista por todas partes buscando algo pero no lo encontraba.

⁽⁽—Ouma-kun...—⁾⁾

⁽⁽—¿Si, cariño?.—⁾⁾

⁽⁽—Perdí la varita de la tía Himiko..—⁾⁾ jugaba con sus dedos nerviosa

⁽⁽—¿¡Qué!?, ¿en serio?.—⁾⁾ preguntó preocupado y ella asintió ⁽⁽—¡Oh no~!, la tía Himiko se enojará mucho cuando se entere de que perdiste su varita favorita, ¿qué vamos haceeeer~?.—⁾⁾

   La niña pensó por un momento posando su codo derecho en su mano izquierda mientras estiraba el brazo contrario para tocar sus labios con los dedos. Y a los segundos, asintió segura.

⁽⁽—¡Bien, este es el plan!, tú buscarás aquí y yo en la habitación de la tía Himiko, si la llegamos a ver, le avisaremos al otro, ¿entendido?.—⁾⁾

Pequeña Flor Traviesa  «Saiouma»Where stories live. Discover now