Capitulo catorce

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—creo que alguien morirá esta tarde—

MALIA

—¡esto es una estupidez! - volví a repetir - no creo que sea buena idea salvar a Jaden luego de lo que hizo.

—vale, quizás casi te mata pero a mí no me a hecho nada así que déjeme salvarlo por qué no quiero ver morir a Jaden - Emma seguía limpiando todo rastro de sangre en la piel de Jaden con una pañito mojado.

¿Esto es lo que querías estúpida voz?, ¿dejar vivo a este infeliz?

Pues ese "infeliz" te va a salvar la vida más adelante estúpida.

¡Ja! Suenas como si supieras lo que va a pasar.

Es que si se lo que va a pasar, ese es el problema.

Deja tus ridiculeces y dime una vez por todas quien eres, por que no creo que seas mi consciencia.

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Pasaron cuatro días desde el momento que pedí respuestas a la voz de mi cabeza. La voz no volveo a hablarme, era extraño pero no me importo, lo contrario, me puse feliz en que ya no me estuviera molestando.

En esos cuatro días estuve con Aaron buscando a Mathias y a Erick pero no aparecían, me sentía completamente inútil y triste es saber que mi mejor amigo está desaparecido y cuando iba a buscarlo no encontraba nada de él, ni un rastro.

Según Emma el podía aparecer en cualquier momento, pero yo lógicamente no me tragaba ese cuento, odiaba quedarme de brazos cruzados pero... ¿Que más podía hacer?, ya había intentado de todo.

Aaron volvió a irse al bosque a buscar a Mathias, Zoe se fue a buscar a Erick, Emma también salió de la cabaña pero ni idea a donde fue, y yo... Yo estaba buscando a Jaden por que no lo había visto desde ayer en la tarde.

Salí de la cabaña llamando a Jaden por su nombre, no lo veía por ningún lado, ya lo había buscado por todo el bosque pero aún no lo encontraba, observe un poco el lugar, había unos árboles enormes, también habían cenderos, platas, mucho pasto, pájaros cantando y al lado de la cabaña estaba el sótano donde me había encerrado Jaden con Zoe...

¡Eso es!

¡El único lugar que no había buscado a Jaden era en el sótano!

Luchando contra mi misma me anime a abrir la puerta del sótano para luego encender la luz.

Y ahí lo encontré...

Estaba sentado y apoyado a la pared del sótano, tenía sus piernas hecho un puño a su cuerpo, tenía sangre seca en su boca y donde estaba olía horrible, olía a mugre y sangre, tenía sus ojos cerrados quizás por el cansancio y también tenía en sus manos unas cadenas que estaban despedazando las muñecas de sus manos, su cabeza estaba contra la pared y se veía exhausto y super débil con unas cuantas gotita de sudor en su frente y su piel más pálida de lo normal.

Entre totalmente al sótano con mucho cuidado, Jaden seguía con los ojos cerrados que al parecer no había notado mi precensia...

-¿Jaden? - dije su nombre en voz baja y el abrió los ojos de un susto.

Su mirada cayó en mi y el arrepentimiento era notable en su rostro.

-¿que haces aquí? - pregunté y me acerque a él sin importar lo que Jaden me había hecho, no podía dejarlo aquí en esa pinta.

Jaden retrocedió entre su propio cuerpo, aunque no tenía a dónde más retroceder.

-Malia vete.

Un nuevo enemigo (oscuridad #2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora