TsukkiYama | Donde Tsukishima no se puede dar cuenta de la hermosa rosa que posee entre sus manos; porque prefiere un diente de león que pronto se irá como el viento.
| Publicada el 12 de Noviembre del 2021.
| Derechos del fanart de la portada para...
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¿Estás seguro de que no estás loco?
¿Por qué estás dejando al hombre hermoso aquí?
Canto en pequeños susurros la canción de SunMi, mientras que me quedo acostado en mi cama, viendo el techo blanco. La luz está apagada y en mis audífonos aún se escucha la canción.
¿Tsukishima verdaderamente se está volviendo un loco que va a dejar a este hermoso hombre aquí?
Pero...
¿Él me dejará o yo a él?
Yo ya no quería sufrir, pero tampoco quiero que él se aleje de mí.
Soy un puto egoísta.
¡Joder, Yamaguchi! Date cuenta de que Tsukishima solo te utiliza.
Mi subconsciente grita con fuerza cada vez que me niego a separarme de él. Y termino llorando porque es verdad; es verdad que solo soy el juguete de repuesto para Tsukishima, que se deshará de mí cuando se aburra. Pero yo puedo cambiar las cosas: solo alejándome.
Y como dijo Hinata: Yo soy fuerte.
Yo soy como una rosa, solo tengo que florecer para sacar las espinas para que ya nadie me lastime.
Sin embargo, estoy asustado, muy asustado. Han jugado con mi confianza y mis sentimientos, por lo que no sé si pueda ser lo suficientemente fuerte para soportar esto.
Tsukishima cada vez es más obvio, pero al parecer él no lo nota, porque hace unos minutos estábamos hablando por teléfono y en un instante se escuchó un gemido. Tsukishima cree que soy tan estúpido como para creerle que fue la televisión; sabía que estaba con ella, porqué ¿De quién más iba a hacer ese gemido de mujer?
Terminamos la llamada y me quedé pensando en todas esas veces que le vi marcas en el cuello o rasguños en la espalda y brazos. Yo no tengo que decir nada, porque el juego de la venda acabaría y yo no quiero eso.
Y después recordé cuando me prometió que jamás nos íbamos a separar o, incluso, que nunca me lastimaría. Eres un mentiroso Tsukishima, me has lastimado de las peores formas posibles.
Prometiste que íbamos a estar juntos por siempre Y me dejas, me dejas.
