Seok Jin se consideraba una persona de gustos sencillos, lo extravagante no iba con él y por eso se había dedicado a tener lo necesario para darse sus gustos sin exagerar, su vida era lo que siempre había soñado con la simple diferencia que no tenía...
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Kim Namjoon.
Un Mes atrás.
No sabía cómo sentirme con las palabras de Luhan, por más que tratara de explicarle que las cosas con Jin no eran como él pensaba solo parecía que mis palabras le entraran por un oído y le salieran por el otro, aunque estaba pensando que le salían por el culo seriamente. Todavía no superaba que se hubiese aparecido de repente en mi departamento sin invitación, aunque también era mi culpa debía de admitir ¿Cómo no se me ocurrió que por algo me preguntaba mi paradero? Pero tampoco esperaba que apenas decirle que estaba en mi departamento se manifestaría como un fantasma en la puerta de este sin intenciones de irse. Quería que se fuera para así poder trabajar en la canción que rondaba en mi cabeza desde la noche anterior, todavía sonreía al pensar que la inspiración vino a mí cuando me quede observando a Jin dormir tan cómodamente, todavía recordaba su cuerpo completamente desnudo debajo de las sabanas blancas después de una noche realmente movida.
--Levántate –le dije un poco brusco, mi buen humor se había ido mucho a la mierda cuando él empezó a hablar de Seok Jin como si fuera un maldito objeto como para emprestarselo- quiero tu culo fuera de mi casa.
--Vamos hermano ¿te enojaste porque quiero que me emprestes tu conquista por una noche? –Pregunto todavía echado en mi sofá-
--Luhan si no quieres que nuestra amistad se vaya por un tubo por culpa de la golpiza que te quiero meter será mejor que te coloques de pie y te vayas de mi casa mientras te lo pido amablemente –dije volviendo mis manos puños- te he repetido más de una vez que Seok Jin no es un maldito juego para mí, puede que al principio empezara así pero las cosas cambiaron y créeme cuando te digo que no aprecio como te estás dirigiendo a él.
--Sinceramente has cambiado –dijo serio mientras se colocaba de pie- cuando entres otra vez en razón llámame y planeamos otra salida como las que te gustaban -Sin responderle nada lo acompañe hasta a la puerta, este salió y se detuvo repentinamente- parece que tienes un admirador –dijo agachándose para recoger algo del suelo- tremendo reloj, si no lo quieres puedes dármelo –Luhan se dio la vuelta dejando a la vista las cosas de las que hablaba, una de ellas era una bolsa con embases de comida y la otra un reloj que me parecía familiar-
--Déjame ver –dije quitándole rápidamente el reloj de sus manos, le di la vuelta y todo el aire huyo de mis pulmones "Para mi Príncipe Jinie" decía en letra cursiva y de color rosa- ¿Qué hace esto aquí?
--¿Es tuyo? –Pregunto Luhan acercándose para ver lo que mis ojos leían una y otra vez- ¿Jinie?
--Adiós Luhan –dije antes de entrar por completo al apartamento y cerrarle la puerta en la cara-
¿Qué hacia el reloj de Jin en la puerta de mi departamento? ¿Había venido a verme? Y de ser así ¿Por qué no llamo a la puerta? ¿Por qué dejo el reloj y se fue? ¿Acaso no había dicho que no vendría? Un nudo en mi garganta se formo sin saber el motivo, esto significaba algo pero no sabía qué. Tome mi chaqueta y me la coloque, escribir la canción que rondaba mi cabeza había quedado en segundo plano, ahora lo más importante en esos momentos era hablar con Jin, lo más probable es que estuviera en la mansión Min y quería saber porque había dejado su reloj en la puerta de mi departamento, tome las llaves de mi auto y salí del lugar con el reloj en mi bolsillo y la bolsa de comida en una de mis manos.
