Una vez tiempo atrás (AU)

Capítulo 18: La prueba de fuego (Parte III)

En el capítulo anterior...

-Quería desearte suerte, recuerda que todo estará bien – Dijo finalmente mientras le daba un corto beso en la mejilla y esta vez sí se giraba para abrir la puerta.

Sakura quedó un poco aturdida con ese inesperado beso, sin embargo, todo quedó olvidado cuando vio a Syaoran entrar y dejar la puerta un poco abierta dándole la oportunidad de escuchar su voz cuando la anunció.

-Por favor sea tan amable de informar a su majestad imperial, el príncipe Touya que encontré a su hermana – Dijo la voz de Syaoran firmemente – La princesa Sakura Kinomoto.

oOo

Syaoran se aclaró la garganta luego de haber anunciado a Sakura y le guiñó el ojo a Tomoyo, quien se encontraba dentro de la habitación. Habían quedado en que la chica estaría en el lugar al mismo tiempo que su abuelo y su primo, y así sería más fácil persuadirlos de ver a Sakura, Eriol había prometido mantenerse afuera, no creía que pudiera intervenir demasiado en lo que el príncipe y su abuelo chequeaban a la chica, además, Syaoran también prometió que apenas anunciara a la chica saldría de la habitación para darles privacidad.

La amatista le devolvió el guiño de ojo mientras se levantaba del asiento y hablaba – Discúlpeme un momento, caballero.

Syaoran no dijo nada más, simplemente esperó a que Tomoyo se dirigiera a la cortina que los separaba de los hombres. La amatista corrió la cortina cuidadosamente encontrándose con las caras serias de Touya Kinomoto y Masaki Amamiya, acompañados de un joven de cabello platinado.

-Su alteza imperial – Dijo Tomoyo haciendo una respetuosa reverencia a su primo y luego al hombre a su lado – Abuelo – Seguido de eso se giró para darle una sonrisa amable al tercer hombre – Un gusto verte, Yukito.

-Lo mismo digo, Tomoyo – Respondió el joven sonriendo.

- ¿Quién está ahí, Tomoyo? – Preguntó inmediatamente Touya con cara de pocos amigos.

-Es un joven, hizo un largo viaje desde Tokio junto con su compañero – Respondió la amatista tratando de escoger cuidadosamente sus palabras y mirando aleatoriamente a su primo y abuelo les dijo la última parte – Asegura haber encontrado a la princesa.

Touya bufó ante aquella confesión y se giró – La princesa... ¿Segura de que no se trata una de las tantas farsantes que han venido ante nosotros por años solo en busca del dinero?

-Sé que ha habido muchas farsantes – Respondió Tomoyo con firmeza – Pero algo me dice que esta no lo es, si tan solo la vieras... – Intentó convencerlo, pero sin mucho resultado.

-No estoy interesado en ver más farsantes, Tomoyo – Respondió Touya dándole la espalda – Y es mi última palabra, creí que ya habíamos terminado con esto.

-Touya... – Empezó a decir Yukito tratando de amansarlo, sabía lo delicado que era con el tema de su hermana menor.

-También yo lo creía así, pero si tan solo le dieras una oportunidad a esta chica me entenderías – Dijo la amatista sin quitarle la mirada de encima a su primo – ¿Acaso perdieron las esperanzas de encontrarla?

Touya suspiró pesadamente – Tomoyo han pasado 10 años en los que no hemos sabido absolutamente nada de ella... Me duele decirlo, pero con franqueza probablemente esté muerta.

Tomoyo abrió la boca indignada – Tienes que estar bromeando ¿te darás por vencido justo ahora? Hacía años que no dejaba que ninguna de esas farsantes se acercase a ustedes precisamente porque ni a mí me convencían, y ahora que por fin tengo una corazonada decides darte por vencido.