𝐒 | ❝ déjame ir ,Peter, estaremos bien❞
susurró ella con un hilo de voz,
y soltó su mano.
Donde el amor de Amy y Peter era tan poderoso, que incluso la estrella más fuerte del universo podría ser vencida por ellos. Un impe...
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—¿Podemos hablar?— Preguntó Frank Campbell a su hija.
Amy realizaba sus tareas en la habitación, hace unas cuantas horas que las clases del viernes habían concluido, quería terminar lo antes posible para poder tener tiempo y arreglarse para la fiesta de cumpleaños de Lucy.
—Sí, qué pasa?
—Respecto a ese... chico.— se aclaró la garganta y recargó una mano sobre el escritorio de Amy.
Desde el día anterior de su llegada, el señor Campbell decidió no sacar el tema hasta ahora. Peter y Frank solo habían cruzado un cordial saludo, sin explicaciones o algo por el estilo.
Amy se comenzaba a poner algo nerviosa.
—Ah, es Peter... te había contad—
—Sé quien es, uno de los hermanos con los que has pasado tu tiempo aquí... hablaste de él en casi todas tus cartas. Sólo quería decir que me parecería bien conocerlo, no solo a él, a la familia Pevensie en general, les debo agradecer por lo que han hecho por mis hijas...— sonrió Frank.
La chica soltó un gran suspiro de alivio al saber que su padre lo "aceptaba" a pesar de no ser nada serio.
—En unas horas es la fiesta de Lucy, tal vez podrías llevarnos a mi y a Ava a su casa y te presentas con sus padres— Amy se encogió de hombros mientras guardaba sus cuadernos en la mochila.
—Creo que mejor organizamos algo la próxima semana, sinceramente estoy bastante cansado por el viaje y no quiero incomodar a nadie.— dio un beso en la frente a Amy para luego salir de su habitación.
X
Ava tocó felizmente la puerta de los Pevensie. Ansiosa por jugar con su amiga y darle su regalo.
—Hasta que se dignan a llegar— Edmund les dijo una vez que abrió la puerta.
—Hola a ti también, Ed— Amy lo saludó.
Ambas entraron a la casa y saludaron a los ahí presentes. Dieron un abrazo de felicitación a Lucy, a pesar de haberla visto unas horas atrás en el colegio.
Pasaban un buen rato platicando y jugando. Las Campbell habían sido presentadas con los pocos familiares y conocidos de los Pevensie presentes. En total eran unas 20 personas.
El señor Pevensie y Peter no se encontraban ahí, ya que habían ido a buscar a ultima hora, una vela para el momento del pastel... Helen Pevensie era un tanto perfeccionistacuando se trataba de alguna celebración.
