LEVÉNDIS | [Percy Jackson]

I

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¿Por que estoy aquí? ¿Por que no estoy muerta? ¿Es acaso esto una segunda oportunidad? ¿La merezco? ¿Que clase de persona soy? Que clase de vida debo vivir?

Son esa clase que preguntas que nadie se hace a menos que...

Que te hayan separado de tu madre cuado a penas eras un pequeño infante, que hayas vivido con un montón de dioses idiotas durante mucho tiempo, que te hayan entrenenado desde pequeñita para convertirte en una jodida arma, que tu padre te haya obligado a matar a tu propia madre, y que hayas estado practicamente muerta en el fondo del mar durante casi setenta años de tu vida y luego alguien de pronto te despierte dándote ordenes...

Lastimosamente ese era mi caso, el caso de Alba Grace.

Me encontraba en la habitación de la enfermería, Quirón y Annabeth acaban de salir para dejarme procesar la situación con calma, luego de unos minutos me levanté de la cama para darme una ducha porque me sentía incómoda. Pues después de estar tanto tiempo dormida en el mar para luego salir de pronto, no deja una sensación bonita. Me quedé una media hora bajo el agua pensando, no podía creer nada de lo que estaba pasando. Debo comenzar de nuevo, nuevas aventuras me esperan y no me dan tiempo para digerirlo. Salí con una nueva sensación, me sentía pérdida ¿que se supone que haga ahora?

Al salir de la ducha me vestí con la ropa del campamento, una camisa de color naranja con el logo del campamento, un suéter igual que la camisa, un short negro bastante cómodo y unas convers negras.

Me ví en el espejo. Mi cabello blanco y ondulado estaba mojado por la reciente ducha, mi piel pálida, mis ojos celeste como el cielo eran el único parecido que tenía con Zeus y no mostraban absolutamente nada, incluso me dió un poco de miedo la indiferencia con la que me veía, la ropa del campamento, definitivamente la odio ¿por que naranja? Que color tan chillon ¿por que no mejor blanco? O talvez el negro. Como sea luego le pediré a Quirón o a Dionisio que me den una camisa de alguno de esos colores.

Cuando salí del baño me percaté de que el bolso gris que usaba para las misiones estaba en la cama junto a una nota.

"Creo que necesitarás esto, bienvenida"

Alguien me lo había mandado. En el bolso se encontraban varios de mis objetos personales. En primer lugar mi arma, era una daga en forma de rayo que se convertía en espada si así yo lo quería, una bolsa llena de dracmas de oro, otra igual pero con el dinero actual de los mortales, el estuche de lentes que usaba cuando tejía o leía, un frasquito con Néctar y otro con Ambrosia, y por último pero no menos importante, mi pulsera de oro, que al girarla se transformaba en mi compañera Vala, mi serpiente albina, fué un regalo que me dió Hefesto y Afrodita hace mucho.

Guardé todas las cosas y me puse la pulsera en la mano dándole un giro para convertirla en serpiente.

--Hola Vala-- hablé.