9: Debilidad.

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—*(Otra vez lluvia. En estos días ha estado lloviendo y ocasionado que aligeraran el entrenamiento. Y Miyuki-senpai me prohibió practicar bajo la lluvia.)*—la pelirroja, envuelta en su mundo, miraba en dirección a la ventana con una mejilla inflada. Nuevamente estaba lloviendo y no mostraba ningún símbolo de detenerse.

Cuando se dio cuenta, la campanada de la finalización de la clase se había dado, por lo que se estira para levantarse de su asiento y salir de su salón.

—¡Oe, espera, Furuya! ¡Si hablas en murmullos con baja voz, no puedo escuchar! Cuéntame más de Hokkaido.

—¿Mmm?—Kumiko voltea su cabeza hacia Sawamura y Furuya, quienes estaban en el pasillo a unos pasos de ella, por lo que se acerca.—¿Qué sucede, chicos?

—¡Ah, Takahashi! En buen momento apareces.—sonríe el de cabello marrón.—Justamente quería hablar con Furuya sobre Hokkaido.

—¿Sobre Hokkaido?

—No se que le dio, pero me tiene retenido contra mi voluntad por ello.—explica Furuya en un suspiro.

—Tu eres de Shizuoka, ¿no? Ya que podemos, ¡hablemos de ambas regiones! ¡Quiero conocer más de ellas!

—La verdad no me importaría pero—el sonido de un estomago interrumpe a la chica, quien posa su mirada en la fuente del sonido.

—¡Oh! ¡¿Este sonido es de Masuko-senpai?!—Sawamura gira su cabeza en todas las direcciones.—Mmmmmmmmm, no lo encuentro. ¡Masuko-senpai! ¡¿Senpai?!

—Sawamura-kun, la fuente del rugido de estómago no es Masuko-senpai.—ríe nerviosa Kumiko, señalando a Furuya en un intento nulo de corregir a Sawamura.

Furuya suspira algo cansado.—Que molesto.—da unos pasos para alejarse.

—¡Ah! ¡Espera! ¡Somos todos del mismo equipo! ¡Hablemos más!

—Oigan, oigan, ¿qué hacen?

—Ah, Miyuki-senpai.—los tres voltean a ver al de lentes que se había acercado a ellos.

—Están molestando a otros estudiantes.

—Lo sentimos.

—¡Es que Furuya se quería ir a no se donde en plena conversación! Además que no se le escucha nada con esos susurros.

—¿Eso no será más bien que no le agradas~?

—¡¿Qué?! ¡¿Es cierto eso, Furuya?! ..............................¡DI ALGO!—Kumiko suspira con una sonrisa. Le aliviaba ver al menos que esos dos se llevan bien......A su forma. El ambiente es interrumpido nuevamente por un rugido de estomago.—¡Ah, de nuevo Masuko-senpai!

—Sawamura-kun, no es Masuko-senpai.

—Furuya, ¿tienes hambre?—pregunta Miyuki, obteniendo un asentimiento de cabeza.

—Ah, asintió.

—Y como tienes mucha hambre, quieres ir al comedor cuanto antes.

Kumiko aplaude asombrada ante la adivinanza certera, siendo Sawamura el que tomara la palabra.—¡¿Cómo lo supo?!

—Hablamos todos los días. Formamos una batería, así que es normal. Aunque a veces no logro entenderle.—Furuya ladea la cabeza al no escuchar el último susurro.—Ah, pero, Furuya. Aunque vayas al comedor ahora, no podrás comer nada. Aun es el descanso de la tercera hora. Las puertas del comedor están cerradas.

Al escuchar esto, el pelinegro se pone azul.—N-No puede ser.

—Furuya-kun, eso lo explicaron claramente los profesores.—expresa Kumiko, seguida por Sawamura, quien reía.

Amor por el Beisbol (Diamond no Ace x oc)Where stories live. Discover now