Rikido Sato

528 106 5
                                    

🍃

Adoro esa habilidad natural que tienes para atraer a la gente solo con tu forma de ser, solo con lo que sabes hacer, solo con tus talentos.
Solo con hacer un pastel ya puedes tener a media academia alabándote, y te juro que ojalá tener un poder como el tuyo.

O sea, entre más comes más fuerte te vuelves, ¿Te imaginas?
...bueno, no te lo tienes que imaginar, ya tienes ese Don, pero el caso es que es maravilloso poder estar comiendo continuamente y encima poder ser fuerte a partir de ello.

Si todos tuviesen ese poder nadie tendría problemas con su físico o enfermedades alimenticias o cosas así.
Nadie se preocuparía por adelgazar o engordar y eso sería maravilloso.

Estoy seguro de que muchos quieren ser como tú, yo entre ellos.

Me encanta cómo eres, lo servicial ante tus compañeros, lo mucho que los defiendes.
Eres alguien maravilloso con un Don maravilloso que haría a muchas personas sentirse bien consigo mismas y con su cuerpo.

...a mí me ayudaría.

La percepción que tengo de mí mismo no es la mejor, no solo por el peso o por si estoy demasiado flaco o rellenito, no.
El problema son mis cicatrices.

Las odio, son horribles, dolorosas, y en vez de recordarme mis victorias solo me recuerda lo débil que soy, que fui y que seré.

Son horrible y las odio, y ese odio por mí mismo y por mi cuerpo vienen, como ya habréis podido imaginar, del instituto.

Pero ya llegará el momento.
Ya llegará esa carta.

Seguro que sabéis a quién va dirigida, ¿Cierto?

En fin, Sato, gracias por todo.
Sigue siendo tan dulce y bueno como siempre.

¿Harás una tarta para mi fiesta de las cartas?
Espero que sí, me haría mucha ilusión verla desde donde esté.

-Izuku

🍃

La atención se descentró de Sato en cuestión de segundos, todos los ojos dirigiéndose hacia Katsuki.

El cenizo empezó a temblar como nunca había temblado de miedo.

-¿Bakubro? -Kirishima se levantó de su asiento con el ceño fruncido, caminando de manera lenta hacia él. -Creo que yo debería leer las últimas cartas.

Katsuki asintió de manera rápida, caminando hasta sentarse en un sillón con la mirada gacha, pasándole su carta a Sato, tratando de pensar en positivo, tratando de pensar que todo saldría bien.

Izuku no era cruel, Izuku le había perdonado, ¿Verdad...?

Diario De Un Muerto || Izuku Midoriya Où les histoires vivent. Découvrez maintenant