Katsuki Bakugō

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🍃

Honestamente tenía ganas de escribir esta carta.
Bueno, no tenía, ya que esta es la primera carta que escribo de todas.

Hola Katchan.
¿Cómo estás?

Bueno, es un poco inútil preguntar eso teniendo en cuenta que tú no me puedes hablar a mi.
... ojalá hubiera podido decirte un último adiós.

Aquí comienza todo, este es el comienzo de la historia.

Dos pequeños amigos que se adoran, que se quieren.
Pasan los años y llegan a los cuatro.
Uno de ellos tiene un Don, el otro no.

El Don de ese niño es increíble, es fuerte, es genial. Sabe que será un gran héroe y que puede hacer lo que quiera cuando quiera y como quiera.

Sin embargo el otro es débil.
El otro es incapaz de defenderse, de defender a otro. Sabe que todos son más fuerte que él y que no podrá cumplir sus sueños, que todo se acabó para él.

Los amigos se separan, pero uno de ellos trata de seguir junto al otro.
Le sigue de cerca, va tras sus pasos. Le quiere y le admira y añora su amistad.

Entran a la secundaria y la separación se completa aunque el Sin Don sigue tras el otro ya que le seguía queriendo en el fondo, quería seguir a su lado.
El poderoso le desprecia, le odia, le detesta.
Le hunde todos los días psicológicamente... Hasta que llega un punto en que no puede más, en que el otro dice algo que resulta ser el detonante de todo.

Le dice que se suicide.

Y eso daña al Sin Don más de lo que este mismo quería.

Aún así, el chico débil logra tener un poder, logra entrar a la academia que siempre deseó.
Logra cumplir sus sueños.
Logra todo lo que siempre quiso.

Entonces, ¿Qué es lo que falla en la historia de este chico, en mi historia?

No lo sé.
Sinceramente, no lo sé.

Katchan, no te culpo.
Te perdoné hace años, siempre te ví como mi mejor amigo y aún te veo así, eres mi modelo a seguir, la persona a la que más he admirado.

Te admiré más de lo que nunca llegué a admirar a All Might.

Sé que te sentías débil.
Sé que necesitabas hacerme daño para sentirte fuerte, para no ver tu propia debilidad.
Necesitabas aplastarme, pisotearme.

Pero no importa.
Enserio que no me importa.

Me has hecho muy feliz, Katsuki, todos estos años has sido el amigo que siempre deseé y me alegro mucho de que pudiésemos volver a retomar nuestra amistad... Bueno, la retomamos a nuestra manera.

Pero así somos, ¿Cierto?
Somos especiales hasta para ser amigos.

La verdad es que me siento vacío, inútil.
Pelear continuamente contra villanos o contra mis amigos y ver cómo estos se dañan me duele.
Me está cansando.

Notar cómo yo mismo trato de ignorar que me hago daño cada vez que intento proteger a alguien es... Malo.
Es malo de cojones.

Sé que si no hacía esto iba a acabar muriendo de un modo y otro.
Quiero decir... Tú ya sabes que todos los que tuvieron mi Don murieron jóvenes.

Me dí cuenta de que soy débil, inútil, de que no duraré mucho tiempo en este mundo.
Me dí cuenta de que todo el tiempo que esté aquí solo será para hacerme daño, para ver a los demás sufrir y morir ante mí sin que yo pueda hacer nada al respecto.

Me estoy matando por dentro.

Duele.

Y pensé que antes de acabar con mi mente, antes de dejarme llevar por la demencia, lo mejor era hacer esto.

Estoy solo.

Completamente solo.

Y al estar solo es lo que ocurre, ¿No? Cada día te vuelves un poco más loco hasta que llegas a tu límite.

Yo llegué al mío, Katsuki.
Terminé de matarme por dentro.
Solo me queda matarme por fuera.

Gracias por aceptarme, Katchan.
Gracias por ser mi amigo, en serio lo agradezco.

Tu amistad fue el mayor logro que conseguí a lo largo de mi patética e insignificante vida.

—Izuku

🍃

—...Bakubro, aquí tienes tu- ¿Bakubro?

El pelirrojo se acercó preocupado a su amigo que lloraba en el sillón.
Katsuki se tapaba la cara con las manos, llevándose en ciertos momentos las manos al cabello para tirar un poco de él, tratando de calmarse sin estallar contra sus compañeros, solo llorando con fuerza.

Se abrazó a sí mismo, rascando sus brazos con rabia, sintiendo el peso de la culpabilidad aplastarle.

Necesitaba ver a Izuku.
Mierda, necesitaba verle pero él ya no estaba y no podría disculparse nunca y-
y-
...solo quería morir.

La atención se desvió un momento de aquel cenizo que parecía a punto de estallar del pánico a una morena que se había agachado en el suelo junto a la libreta azul.

Ochaco había visto que al caer la libreta un pequeño papel amarillo había caído junto con esta.

-Es otra... Es otra nota.

Se levantó del suelo, carraspeando un poco para empezar a leer.

🍃

Profesor, sé que esta carta es innecesaria.
La llamada que te haré es suficiente.
Pero el tiempo que tardes en llegar y en abrir la puerta que cerraré con llave será suficiente para que esto funcione.

No sabía qué método elegir.

¿Pastillas?
Te matan lentamente, te destrozan los órganos; no es agradable.

¿Corte de venas?
Lo veo muy típico y demasiado... lento.

¿Colgarme?
...es lento.

Colgarme es lento pero veo menos probabilidades de sobrevivir.

No sé... puede que las pastillas sean la mejor opción, pero tardaría demasiado y dolería mucho.

Cuando llegues estaré colgado.

Gracias por sus enseñanzas profesor.

—Izuku

🍃

Todos se miraron entre sí.

Hacía apenas tres días que Aizawa había entrado corriendo a los dormitorios, echándolos a todos por una supuesta emergencia...

¿Y si se llevó a Izuku a la enfermería?

—Deku puede estar vivo...

Bakugo susurró aquello mientras miraba a Eijiro, que abrió la boca para responder pero muevo la cerró sin decir palabra.

—Es lo menos probabl-

Antes de que pudiese terminar, un cenizo que cargaba con el peso de tantos años de culpa comenzó a correr en dirección a la salida, en busca de aquel chico débil al que necesitaba proteger.

Le necesitaba a su lado.

Le necesitaba ahora.

Diario De Un Muerto || Izuku Midoriya Where stories live. Discover now