𝗝𝘂𝘀𝘁 𝗳𝗿𝗶𝗲𝗻𝗱𝘀 | Control Z

𝓙. 𝓕. 48

Tres años antes

- Dani! Están tocando la puerta! - mamá grita desde su habitación y viro los ojos divertida

- ¿Por qué no vas tú?!-

- por qué me estoy poniendo una mascarilla y seguro es para ti!

Salgo de mi habitación, bajando las escaleras corriendo

- no bajes así! Te puedes lastimar!

Continuo mi camino hasta la puerta y la abro con una sonrisa

- hola - Raúl saluda, levantando sus lentes de sol

- ¿Quién te crees?- me burlo de él, dejando la puerta abierta para que pase

El lo hace y cierra detrás de el

Camino hasta la cocina y abro el refri, revisándolo

- ¿Quieres comer algo?-

Siento que me abraza por la espalda

- ¿Puede ser a ti?

- mi mamá está en la casa- lo alejo con diversión, tomando una caja de jugo

- ¿Quién era?!- escucho el grito desde arriba y señalo, mostrando mi punto

- buenas tardes!- Raúl le grita de regreso-

Los pasos de mamá se escuchan cerca y Raúl me toma desprevenida, plantando un rápido beso en mis labios

Viro los ojos, fingiendo molestia

- ¿Cómo estás?- mamá pregunta, llegando con nosotros

- ¿Qué tienes en la cara?- me burló un poco

- una mascarilla, niña-

Ella saluda a Raúl con un beso en la mejilla y acaricia mi brazo, pasando a mi lado

- ¿Qué van a hacer?- nos pregunta, con una sonrisa amigable- ¿Van a salir? O...

- no se si tengas ganas de salir- Raúl me señala y niego con la cabeza, haciendo una mueca

- tengo flojera ¿Podemos estar en mi cuarto?

Mamá me mira con una ceja alzada

- ¿Con la puerta abierta?

- nop

- entonces "nop"

- mamá!- me quejo, acercándome a abrazarla- es una puerta y el es nada más mi amigo ¿Qué tiene?

Me mira con algo de desaprobación, pero al final accede

- gracias!

Ambos subimos rápidamente, y al entrar a mi cuarto, cerramos la puerta y nos tiramos en la cama

- tengo mucha flojera - confieso

- yo sueño -

- duérmete - le ofrezco- yo no puedo. No sé dormir en las tardes

El me mira divertido

- ¿Me quieres hacer algo dormido?

- quisieras

Lo veo virar los ojos con una sonrisa

Se levanta y empieza a desabrochar su camisa, sin despegar su mirada de mi