Pequeños relatos románticos sobre el Dios del Sol y la Muerte Blanca desde la perspectiva de cada uno
☀️ No, we, yo tampoco sé cómo terminé simpeando este shipp cuando ni el uno ni el otro ha salido
❄️ Como un sabio dijo una vez: no preguntes, solo...
Tal vez Apolo tenga un miedo con respecto al embarazo de su pareja...
Pero esta vez no se trata en realidad de la salud de este, aunque claro que era una de sus principales preocupaciones, su miedo en esa ocasión se relacionaba...a su temor por tal vez no ser el menor padre para ese bebé, en primer lugar, era un dios griego, ya por allí empezamos mal en el tema de tener hijos, en segundo lugar, ya ha tenido malas experiencias con sus hijos, en especial a la hora de su nacimiento, como sucedió con Asclepio y el malentendido del cuervo, o Yamo y el intento de su madre porque muriera abandonado mientras que él no hizo nada para ayudar a su propio hijo en esa situación, o siquiera reprender a su amante por dejarlo a su suerte. Afortunadamente ninguno de los dos le tenía alguna clase de rencor por las...agitadas situaciones en las que se dió su nacimiento, eran dioses, pudieron sobrevivir a ello...
Apolo conocía a Simo, y amaba cada parte de él, en especial a esa parte protectora que hace todo por sus seres queridos, inclusive mancharse las manos si era necesario, sabía que él no sería capaz de hacer alguna atrocidad con el hijo o la hija que esperaban, pero ¿y si ocurría un percance? ¿Qué pasaría si a la hora del parto algo sale mal? ¿Qué pasaría si pierden al bebé? ¿Si pierde a Simo? ¿Si los pierde a los dos? En su cabeza ya se había todos los malos futuros posibles de ese día, dejando muy de lado ese futuro donde nada pasaba y podía vivir tranquilo con su nueva familia.
Tenía claro nada más dos cosas, no quería perder al bebé, y tampoco quería perder a Simo, y si era necesario obligaría a Asclepio a estar presente por si se le iba de las manos todo el día del parto, inclusive tenía pensado poner a Yamo en una esquina para que rezará mientras todo se daba, y llevar a Orfeo solo para que este le diera palabras de alientos en el proceso.
Sí, estaba muy nervioso, tenía muchísimo miedo, demasiado miedo, jamás tuvo tanto miedo en todo su vida, y ese miedo era dirigido a u a situación que aún faltaban mucho veces para llegar y—
–Apolo, estás temblando.
El dios de sol se sorprendió un poco con la voz de su pareja, luego de pensar tanto en lo que alguna en unos meses iba a pasar, se olvidó completamente de que estaba acostado con su ángel de nieve encima de su pecho, quien obviamente notó lo mucho que estaba temblando por su nerviosismo.
El cual, por esa ocasión, justificaba, de cierto modo, el finlandés también tenía miedo, después de todo no es fácil aceptar de un día para el otro que siendo hombre humano que jamás se relacionó emocionalmente con nadie en vida tendrás que lidiar con un embarazo como lo haría una mujer. Tenía las mil y un preguntas, las mil y un angustias, y las mil y un inseguridades.
Siendo más cortos, tenía miedo, y mucho...
–¿Sabes que no eres el único nervioso, verdad?–dijo Simo manteniendo su posición acostado sobre el mayor–me pones a mí más nervioso de lo que estoy...
–Perdóname, es que...no quiero perderte, lo sabes...no sabría qué hacer si cuando des a luz pasa algo malo...–dijo Apolo mientras acariciaba los cabellos negros del menor.
–Quiero decirte que no pasará nada, pero aún no entiendo bien todo esto...no sé qué pasará...–dijo Simo apretando la mano que tenía entrelazada con la del dios.
–Debes estar más asustado que yo y solo te estoy angustiando más...–dijo Apolo sonriendo con culpa por hacer sentir mal a su pareja.
–Ambos tenemos miedo de esto, Apolo, pero enserio no me importaría vivir estos meses con miedo solo por tener a nuestro hijo...–dijo Simo levantando la mirada para ver frente a frente al dios.
–Quisiera que no sintieras miedo de esto, y yo tampoco sentirlo...pero te juro que te protegeré a ti y nuestro bebé de todo peligro, estos meses y para siempre–dijo Apolo sonriendo más tranquilo mientras llevaba su mano libre a la mejilla dañada de su pareja.
–Siempre dices eso, y siempre lo haces...te lo agradezco–dijo Simo mientras abrazaba a su pareja.
–La eternidad que está por venir lo haré, te lo aseguro–dijo Apolo correspondiendo de inmediato aquel abrazo.
Compartirían ese miedo esos meses...pero la felicidad que luego les traería, la compartirían eternamente...
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Quítenme el internet, plis, he estado tratando de escribir esto como por cinco horas y ahora es que me sale, me distraigo mucho
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Post. Data del día siguiente: esto iba a subirse ayer por la noche antes de dormirme, pero adivinen quién se quedó sin datos? :') pero hoy volvieron a instalar el internet, así que ùwú
