━━━𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐂𝐄

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O13. LIZZIE PERDIÓ SU BRILLO
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ERA DE MAÑANA, COMO LAS NUEVE DE LA MAÑANA en la casa Gilbert se encontraban los primos arreglandose para el funeral no sólo de Jenna, si no también el de John Gilbert, que murió dando la vida por su hija Elena

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ERA DE MAÑANA, COMO LAS NUEVE DE LA MAÑANA en la casa Gilbert se encontraban los primos arreglandose para el funeral no sólo de Jenna, si no también el de John Gilbert, que murió dando la vida por su hija Elena

En su habitación Lizzie se miraba al espejo, su expresión era neutral, se había pasado los tres días desde el ritual llorando en su cama sin parar, por más que sus amigos quisieran consolarla, la pelirroja simplemente quería estar sola, hasta rechazo el que Jeremy quisiera acompañarla, eso dejó sorprendidos a todos

Claro que ninguno sabía lo que pensaba Lizzie

Ella se culpaba por no haber cuidado mejor a Jenna, se culpaba por no ser más fuerte y poner resistencia ante el sedante, se culpaba por no despertar antes, por no ser más rápida, por ser bruja y no poder salvar a su madre

Se culpaba por ser ella

Débil, tonta e inútil

Se miraba una y otra vez en el espejo tratando de alisar su vestido negro, como odiaba estar de nuevo despidiendo a alguien que ella amaba, a alguien importante para ella

Jenna fue una clave fundamental para la vida de Elizabeth Potter. Jenna había sido su luz, ella que sin saber que fue lo que le pasó a Lizzie en el mundo mágico y con sus horribles tíos la consolo muchas noches. Tratando de animarla, y vaya que lo logró

Jenna se había convertido en el brillo de Lizzie, ella era por la cual seguía adelante, iluminó sus días oscuros, Jenna la apoyo en todo, la consintió en todo lo que podía, la trato como a una hija, se volvió su segunda madre

Y ahora ya no estaba, volvió a perder a su madre, su brillo

Saco rápidamente una lágrima que salió de sus ojos y se puso tapa ojeras para que no se notarán tanto, y que Alaric no la obligara a dormir

En estos tres días que pasaron no sólo lloro convirtiendo su habitación en un mar, si no que también dejó de comer, su magia se salió de control una que otra vez, no durmió como siempre lo hacía y Alaric fue quien primero lo noto

Y hablando de Alaric, el estaba pasando para ir a ver a Elena cuando su visita paro en la puerta abierta de la pelirroja. La vio ahí frente al espejo quieta como estatua, sin embargo sus ojos rojos la delataban notablemente

Tocó la puerta y Lizzie se dio la vuelta para ver a Alaric

—Hola—habló primero el mayor, la oji-esmeralda sólo movió la cabeza —¿Necesitas algo? ¿Quieres quedarte aquí? Sabes que no es necesario que vayas, esto ya fue suficiente para ti y te entendemos —puso sus manos en los hombros de la pelirroja que sólo se limitaba a verlo a los ojos

—No, estoy bien— su voz salió algo ronca, aclaró un poco su garganta que dolía un poco todavía

Y esa fue una cosa que tomó por sorpresa a más de uno

Lizzie Potter; Klaus MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora