Prólogo

1.8K 164 70
                                    

Durante toda su vida Lan WangJi nunca conoció o sintió a su alma gemela.

Al cumplir los 16 años como omega podía detectar o saber cual era el aroma de su destinado y su lobo aullaría en la felicidad de haberse vuelto a encontrar.

Porque ser almas gemelas era la definición de que en cada una de sus vidas de alguna forma lograban encontrarse y en contra de todo podían volver a enamorarse tan profundamente.

No importa si había dolor y luego felicidad o primero la felicidad y luego el dolor.

Era increíble que sin importar las circunstancias dos almas lograran amarse en medio del caos.

Lan WangJi cumplió sus ya 30 años y nunca sintió a su alma gemela, ni pudo saber cómo era su aroma o saber si esta vida la compartirían o solo serían conocidos.

A pesar de que existían los destinados, no todos aceptaban a sus parejas por varias razones; tal vez ya tengan una pareja que amaban y estaban estables y aunque el lazo los unía no podían obligar a sus parejas a amarlos.

En cada vida el amor debe volver a florecer.

Si no florece no puede ser no obligado a germinar.

Lan WangJi entendió, qué tal vez su pareja ya tenía a alguien y no quería que la vida que ya tenía se viera interrumpida por la llegada de su destinado.

El problema y lo que llevó a pensar que no tenía un destinado fue un extraño sentimiento de vacío en su pecho.

Cuando cumplió 20 dejó de buscar su pareja y trató de entablar una relación que le funciono por solo 7 años, su anterior alfa murió de forma inesperada dejándolo solo.

Después de eso ya no sintió los deseos de buscar una persona y de nuevo sintió ese vacío en su pecho.

¿Quién era su alma gemela?

¿Por qué Lan WangJi no podía sentirlo?

Su anterior alfa también perdió a su destinado, pero fue un caso diferente, el destinado murió antes de encontrarse con su alfa; lo sabía porque cuando un alfa pierde a su omega sufre un fuerte dolor por tres días y viceversa para el omega que pierde a su alfa.

Nunca tuvo aquel dolor.

Ahora, molesto por no entender su situación tenía en dudas la verdad acerca de los destinados.

Puede sonar loco lo que iba a hacer, pero fue lo único que le daría sus respuestas.

Un ritual antiguo.

Según lo que Lan WangJi buscó y confirmó en el libro de su familia, que era más bien un enorme libro de todo lo acontecido muchos años antes de la vida como lo era actualmente.

Al perecer hace años las personas en vez de trabajar como gerentes, repartidores de comida, contadores, chefs, modelos, actrices y muchas cosas. Las personas se dedicaban únicamente a algo, eran cultivadores.

No de esos que sembraban vegetales y los cosechaban cuando estaban listos, sino que podían volar en espadas y manipulaban lo que se llamaba energía dorada.

También tenían un núcleo dorado que es lo principal y más importante en la vida del cultivador para asegurar su futuro.

Su familia tenía un largo historial de cultivadores, pero era una lástima que esas páginas que hablaban del árbol genealógico estuvieran perdidas quién sabe dónde.

La información era toda de ficción.

Vuelos en espada, uso de extraños talismanes, armas espirituales, una secta con más de mil reglas, antecedentes de corrupción, yaos o bestias de origen desconocido, pero que combatían, extraños lemas...

La Emperatriz Wei Where stories live. Discover now