CAPITULO II: Caras nuevas

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Estábamos camino a mi casa, pasamos por un caminito con árboles.

Estábamos en frente de mi casa, en el patio de la casa de al frente había una gran camioneta negra, reluciente. Muy parecida a uno de los autos de mi padre.

No se veían personas allí, solo estaba la camioneta.

Pasamos por el gran patio de mi casa y seguimos el camino empedrado.

—Pues yo no vi ningún vecino tuyo —pronunció Lily.

—Cuando pasamos frente a la casa solo pude ver una camioneta —dije, con expresión seria.

Pasamos por el empedrado de la entrada.

—Entremos por la puerta trasera, que lleva a la cocina. Nuestros padres y el abuelo deben de estar conversando en el comedor —pronunció Lily.

Yo solo asentí y la seguí hacia un lado de la casa.

Abrimos las puerta y nos adentramos a la cocina. Adentro estaba cálido, nada comparado con afuera, que hacía un frío terrible.

—¡Llegamos! —Anunció mi prima.
Mi tía Stella no estaba en la cocina.

Que raro ella se encarga de la comida en esos días.

—¿Papá?, ¿Tío Ander? —nadie le contestó.

Ellos solían estar en el comedor conversando una hora antes de la cena.

—Deben de estar en el salón —añadió ella. Yo solo la seguí.

Ahí estaban todos, hasta Isabella.

Los vimos a lo lejos no nos adentramos del todo al salón.

Lilian empezó a hablar mientras caminamos hacia ellos.

—No se imaginan el frío que hace afuera. Mamá me compré un vestido, se que no te gustará, pero Ness y Ethan me dijeron que se me veía bien, la verdad me encantó y no me importa si te enojas, a mi me gustó y ese es el punto. La pasamos muy bien. Estuvimos en el café de la plaza durante todo el rato solo compré unas cositas que me gustaron y Nessa como siempre con su cara dura. Pero... ¿que creen?, ella se divirtió mucho el día de hoy, ¡nos divertimos mucho!. ¿No es así Ness? —empezó a hablar tan rápido que me hizo cerrar los ojos tratando de ir a al paso con lo que decía.

Capturó la atención de todos en la sala.

Incluyendo a los desconocidos.

Espera, ¿que?

Pero, ¿Qué es lo que estaba viendo?

Oh… Caras nuevas.

Lilian se dio cuenta de todo lo que ha dicho y de a quienes tiene en frente. Pereció apenada. Pude ver cómo sus mejillas se tornaron con un tono carmesí.

—Oh lo lamento, no sabía que teníamos visitas —dijo con sinceridad soltando una risa nerviosa.

—Lilian —pronunció el tío Alessandro con un tono de voz firme.

Estaba a punto de regañarla y a mi también, ya de paso.

—Me alegra que estén aquí, llegan a tiempo —lo interrumpió mi padre nos dedicó una mirada para hacernos saber que no estábamos solos, y que teníamos compañía.

Se encontraban mi padre, el tío Alessandro, Isabella, y la tía Stella, solo falta el abuelo. Pero además tenemos compañía.

Ellos son, supongo, nuestros nuevos vecinos.

En el sofá estaba una mujer de figura esbelta y un largo cabello rojizo, muy hermosa. En el mismo sofá al lado de ella se encontraba un hombre bastante conservado, se podía notar que era como de la edad de mi padre, el señor tenía los ojos verdes.

Demasiado Cerca De Las EstrellasWhere stories live. Discover now