SERENDIPIA - Pedri González.

1

-¿Quieres aligerarte Javi?-Grito por encima de la multitud con su hermano al lado esperando como el chico se demora más de la cuenta.

-Ya voy, ya voy. - Dice haciéndose hueco hasta nosotros. - Es que había un subscriptor y luego han llegado más.-Se escusa para pedirme perdón.

Eric me agarra de los hombros y andamos hacia el control que hay a unos metros de nosotros.

La cara de varios jugadores del Barça se ven cada vez más cerca y mi corazón empieza a latir desbocado. No sé como agradecerle a los chicos por acordarse de mí cuando le ofrecieron entradas para ver al Barça. Siento un apretón en mi brazo que me desconcentra y miro al responsable. Los dos chicos a mi alrededor me miran entusiasmados con unas sonrisas que no le caben en la cara.

-¿Estás nerviosa Lara? - Dice Javi riéndose ante mis rápidos asentimientos por la emoción que estoy sintiendo.

Es el primer partido de fútbol al que acudo para ver a mi equipo favorito en su estadio y que estos dos me hayan traído es lo más bonito que han hecho por mí. Es impresionante, aunque un poco desastroso, el ambiente que hay antes de entrar al campo. La gente está alegre y canta y vitorea al ritmo mientras que yo lo miro todo alucinada. Los chicos han hecho el esfuerzo de traerme aquí pero lo malo es que sin avisarme realmente de que veníamos, ya que muchas veces vamos a verlo a los bares que hay cerca con sus amigos. Por lo que, me han pedido que me pusiera la camiseta del equipo y mi sorpresa ha sido inmensa cuando he visto el estadio.

-No me jodas. - Ambos fruncen el ceño y me miran sin entender. - Creo que voy a vomitar. Cuando me pongo muy nerviosa me entran muchas fatigas.- Normalmente, que es casi siempre, tengo problemas con el estómago que se acentúan cuando estoy en situaciones de nerviosismo o estrés.-Me duele la barriga de verdad.-Toco la zona por encima masajeándola un poco como si me fuera a calmar el dolor.

Caminamos directos a nuestra puerta pero siento un golpe en mi hombro, más bien un empujón, que debido a la fuerza me hace caer hacia delante. La persona que se ha chocado conmigo, a la cual solo le veo los pies, trastabilla un poco antes de girarse en nuestra dirección. Una de mis rodillas toca un poco el suelo pero gracias a que estaba abrazada a Eric este me agarra levantándome lo antes posible para que no me haga daño. Su pregunta preocupándose por mí no tarda en llegar y asiento tocando un poco mi rodilla que se ha llevado la peor parte. No he podido reaccionar, golpe, caída y ya estaba de pie otra vez, así que no sé muy bien que hablan. Me alegro de tener a estos dos porque con lo despistada que soy me hubiera quedado en el suelo sin saber quien me ha chocado.

-Oye lo siento. Mi hermano va a jugar el partido y ya voy tarde. -Gira la cara hacia mí y cuando reconozco quien es abro los ojos a más no poder.-Perdón si te he hecho daño, iba despistado de verdad.-Me mira con arrepentimiento y posa una mano en mi hombro.

Eric, don relaciones públicas, sonríe cuando ve la cara del susodicho acercándose a él con los brazos abiertos. Llego a suponer que los conoce de algo porque Javi también lo saluda animadamente. Aunque no me extraña que conozcan a jugadores ya que gracias a su canal han podido conocer a varios, por ejemplo Jordi, que se ha vuelto un amigo. Mientras el trío se saluda me fijo bastante en Fernando, el hermano de Pedri (crush de media España ahora mismo), y en lo que se parece al jugador. Me sorprende bastante porque ni una copia del propio Pedri se parecería tanto. Casi me da un mini paro cardiaco al creer que era él.

-Pero bueno Fer. - Los tres se chocan las manos mientras yo me quedo mirándolos en un segundo plano. Javi se gira en mi dirección para pedirme que me acerque.-Mira ella es Lara, la chica a la que casi matas. - Fernando amablemente se acerca a darme dos besos, volviendo a pedir perdón por ser tan descuidado. Muestra una sonrisa de arrepentimiento y yo le sonrío amablemente.- Hemos hablado de ella muchas veces, seguro que sabes quién es.- Comenta Eric agarrando mis hombros quedando de nuevo en la posición en la que estábamos antes de casi estamparme contra el suelo.