9

6.1K 216 2
                                    

Siento sus labios rozar los míos por unos segundos, que se me hacen eternos. Abro los ojos un poco y lo pillo mirándome, por lo que una sonrisa se instaura en mi cara. Aunque desaparece rápidamente ya que Pedri pega de una vez nuestros labios y yo cierro los ojos. Se mueven lentamente, besándome con cuidado. Su mano, que estaba en mi nuca, baja poco hasta mi cintura atrayéndome hacia él. Yo subo las mías a su cuello. Sus labios son suaves y tienen esa delicadeza característica de él. Tras varios minutos nos separamos un poco, apoyando nuestras frentes sin abrir los ojos. Respiramos varias veces y nuestras narices se rozan haciéndome sonreír.

No te emociones es solo un beso. Pienso al darme cuenta de lo que estoy haciendo. Abro los ojos y me separo un poco, por lo que él también los abre.

-Esto no está bien, Pedri.-Suspiro intentando separarme, pero su mano en mi espalda no me lo permite.

-¿Por qué?-Murmura él sin comprenderme.

-¿Sabes qué los amigos no se besan?- Muerdo mi labio nerviosa ante su respuesta.

-A la mierda eso.-Suelta molesto.

Sin dejarme responder a su comentario, me acerca de nuevo a él. Nuestros labios se rozan por unos segundos hasta que soy yo la que rompe la distancia que nos separaba. Sus labios se abren dejando que nuestras lenguas jueguen a su antojo. Nos besamos salvajemente, donde me demuestra que le importa una mierda nuestra amistad. Tal es la sincronía con la que danzan nuestros labios que las mariposas en mi estómago aparecen. No puedo no continuar el beso ya que tanto él como yo queremos esto. Con el mando en sus manos me acerca aún más apretando mi cintura. Jadeo cuando sus dientes aprisionan mi labio inferior y tiran de él. Puedo sentir su ego creciendo de aquí a Barcelona.

Nos mantenemos en el beso por unos minutos hasta que escucho unos pasos. Lo separo de mí con un empujón sorprendiéndolo. Sin explicarle nada me acerco a mis deportes para ponérmelos. Las voces de Laporte, Mikel y Pau resuenan en el túnel. Respiro hondo varia veces tratando de calmarme después intenso beso que hemos tenido. Miro a Pedri, que tiene los labios hinchados y el pelo despeinado, haciéndole un gesto para que disimule.

-¿Te da miedo tirar a puerta?-Me mira extrañado, pero yo sigo metiéndome en el papel.-Sí, parece que no lo haces por miedo.-Me encojo de hombros mientras me fijo en los tres que se acercan.

-No soy bueno en eso.-Se excusa.

-Ni que lo intentaras.-Su mirada me muestra sorpresa.-Vamos, tus tiros son penosos. Si lo ves claro, chuta y punto.-Gesticulo mucho mientras me ato los cordones de los deportes. Necesito irme de aquí ya.

-No es tan fácil Lara.-Me responde.- ¿Y si fallo?-Ruedo los ojos.

-Pues ya está, al menos lo has intentado.-Me encojo de hombros quitándole importancia.

-Es verdad Pedri.- Le dice Mikel animándole, que aparece por detrás suya.-Estoy seguro de que si tuvieras más fe en ti mismo marcarías muchos más goles.- Este le pega un empujoncito con el hombro.

-Es verdad que pocas veces chuta.-Le agarra Pau la cabeza revolviéndole los pelos. Él suspira alejándose y poniéndoselos bien, odia que le toquen el pelo.-Ni que hubiera un muro justo delante de la portería que no te dejara meterlo.

-Dejadlo hombre.-Se acerca Laporte por su derecha apoyándose en su hombro.-¿Cuántas veces has intentado tu tirar sin estar nervioso? Es normal el pobre...

Es durante esa conversación, cuando encuentro el momento adecuado para desaparecer. Lo último que quiero ahora es mirar a Pedri a la cara. Me siento tan arrepentida, porque todo esto va a cambiar la amistad que teníamos. Si ya era raro que estuviéramos muy cerca cuando estaban los demás, ahora va a ser mucho más incómodo. Y es que desde que nos conocimos ha habido esa tensión entre ambos. Solo espero que este beso la haya calmado por un tiempo. Me llevo la mano a la boca y comienzo a morderme las uñas una tras otra de camino al vestuario. Ya me ha pasado esto otra vez, besarme con un amigo y que todo se vuelva raro e incómodo. No quiero que eso pase con él, es uno de mis apoyos aquí.

SERENDIPIA  - Pedri González.Where stories live. Discover now