Capítulo 5: osa mayor

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09 de mayo, Osa mayor

“En algún momento de aquellas largas vidas, una ninfa de bello rostro, guiada por Artemisa, conocida por ser la hermana de aquel Dios del sol, sufrió un atraco por el dios de dioses…”  

—Lo que no me sorprende —murmuró, y es que no es la primera vez que lee sobre ellos. Zeus siempre terminaba siendo el causante del sufrimiento en los demás por su extraño deseo carnal.  

Lo llamaría mucho más como, no saber controlar sus pantalones, quizás era lo que muchos hacían en la actualidad, escudado con la palabra libertad, para disfrutar de todos los placeres mundanos que podía dar el mundo. Shikamaru suspiró.

Cambió de página a la primera oportunidad que tiene, dejando escapar un bostezo, y de nuevas cuentas dejó el libro abierto sobre el escritorio. Hacía bastante que sus historias se convertían en algo de su máximo interés, pero, aquel día, en el que ella solo extendió su mano para ayudarlo. Volvió a extrañar esas historias.  

Por ello estaba allí, observando con pereza el libro abierto y los retractos que hacían como representación de aquella ninfa. ¿Qué diferenciaba a Zeus de las personas que ahora ocupan al mundo?  

Sus pupilas viajan hacia su costado donde la ventana se encuentra, y nota esas presencias cumpliendo su propósito por las que creen que fueron creados. Tan débiles, y odiosos al mismo tiempo. 

“…oculto el proceso de su embarazo, sin embargo, Artemisa la descubrió y sin dejarla defenderse fue convertida en osa, otros dicen que fue Hera por celos hacia ella…”  

¿Ella tenía culpa?  

Shikamaru, notó la presencia de una mujer discutiendo con hombre desde la ventana, ambos, sin una pizca de vergüenza gritaban sobres infidelidades y demás.  

¿Ambos tienen la culpa?  

—Solo son unos idiotas, a los segundos se perdonarán y todo quedará en el pasado, jamás habrá separación. Después de todo, solo buscan compañías entre ellos. —comentó para sí mismo sin dejar de ver los movimientos de sus cuerpos, y deseó saber cómo serían las expresiones de su rostro y la facilidad con la que luego se abrazan—. Igual a dependencia. 

Shikamaru se levantó de su asiento, cerró las cortinas, de esta manera oscureciendo su habitación, y a pasos cortos dejó que su encorvado cuerpo cayera sobre la cama. Cerró sus ojos, y para su mala suerte, solo piensa. Piensa en ella, la compara con ella y desea que nada de eso ocurra.  

Después de todo Calixto, como se llamaba la ninfa, era la víctima, una que no fue apoyada aun cuando quisiese hablar. Fue la receptora de un odio que no merecía.  

El chico de coleta no sentía pena por ella, porque no fue la única en caer por culpa de la lujuria de otro. Aun así, aun cuando no fuera de su agrado, él podía entenderla. Podía imaginarla entre la oscuridad de su mente, podía verla llorar y suplicar, con su cuerpo débil con un niño en brazos, siendo este arrebatado y dejándolo con un destino incierto. Solo ignoraron sus lágrimas, y fue abandonada en el bosque siendo algo que no era.  

Entonces… ¿Por qué se identificaba con ella? ¿Por qué Calixto le recuerda las cosas que él quiere olvidar en lo profundo de sus recuerdos?  

Calixto era una buena e inocente. Shikamaru un rostro adormilado, fue siempre amable con todos.  

Calixto sufrió. Shikamaru gritó en silencio.  

Calixto fue odiada. Shikamaru recibió el odio de quienes menos pensó, y la culpa de algo que no comprendió.

Trazos De Estrellas; ShikaNaru Fem!Where stories live. Discover now