Capitulo 13

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–Vale, ya llevamos rosas, orquídeas, tulipanes, girasoles... ¿qué más dice la lista?– preguntó Mangel, acomodándose las gafas.

–Aquí dice Azaleas– respondió Rubén, sujetando el papel a pocos centímetros de sus ojos, intentando descifrar las palabras frente a él.

–¡No me jodas! ¡¿Va a venir a cantar?! Sí le ha puesto ganas Vegetta a esto, eh– exclamó Auron sorprendido.

–¿Quién va a venir a cantar?– preguntó Lolito, con arreglos de flores en la mano.

–Pues la Iggy Azalea esa, ¿no?– respondió Auron, de manera obvia, mientras sus compañeros sonreían divertidos  –Sí hombre, la de "aim so fansi, iu alredi noou"– tatareó el de barba en un pésimo inglés, mientras chasqueaba los dedos al ritmo de su voz. Los demás comenzaron a reír escandalosamente.

–Auron, que la Azalea es una flor– explicó Luzu, aún riendo.

–Si yo nunca dije que no fuera bonita, tiene lo suyo la muchacha– dijo Auron, causando que todos rieran nuevamente.

Rubén sonrió de lado, volviendo la vista hacia la lista de compras que el mismísimo Vegetta le había escrito, con una caligrafía muy bonita pero hecha a la rápida, había que resaltar.

Quizás se les había ido de las manos. El alcalde Cerdus Gil necesitaba calmar a su pueblo tras los pequeños ataques que había sufrido el pueblo, empezando por el arquero en la barrera de Karmaland, y terminando por los robos en los bancos y pequeñas explosiones que se escuchaban en los bosques. ¿Qué había decidido hacer el alcalde al respecto? Una celebración de San Valentín.

Así es, Cerdus Gil se propuso darle a su gente motivos para celebrar, más que para preocuparse. Vegetta apoyó la idea durante la junta de los guerreros, argumentando que en su pueblo solían organizar bailes cada 14 de febrero, para festejar el amor y la amistad, además de ayudar a que los solteros del pueblo se conocieran entre sí, y quizás lograse surgir una bonita historia de amor.

–¿Entonces haremos como un Tinder en persona?– preguntó Fargan, arqueando una ceja, mientras todos los guerreros negaban en desaprobación.

–¿Qué es Tinder?– preguntó Willy, haciendo reír a todos sus compañeros.

En fin, tanto Cerdus Gil como Merlon aprobaron la idea de Vegetta, por lo que ahora los guerreros más fuertes de Karmaland en lugar de estar afilando sus espadas y practicando arquería, estaban decorando un salón con flores, corazones y globos de colores, para la fiesta que se celebraría al día siguiente. Todos excepto Vegetta, que se había quedado en casa de Rubén a planear más detalles sobre la celebración.

–Un poco más a la derecha, Alexby– dijo Luzu, haciendo ademanes con las manos mientras Alex seguía sus instrucciones –Un poquito más.

–Luzu, Rubius y yo iremos a por las flores que faltan– avisó Mangel desde la puerta junto a Rubén.

–¡De acuerdo Mangel, con cuidado!– respondió Luzu, descuidando a Alexby, quien estaba a punto de caer.

–¡Luzuuu!– gritó Alex, mientras caía de la escalera que le sostenía. Por suerte, Fargan se encontraba justo al lado, y logró atraparlo antes de que cayera al suelo.

–Tal parece que has caído en mis brazos, Alexby– sonrió Fargan de manera coqueta, causando que el pelinegro que sostenía se ruborizara al instante.

Rubius y Mangel caminaron hasta la florería del pueblo, en busca de las flores que hacían falta para decorar el lugar. Ambos caminaban en silencio, aunque no era uno incómodo, los dos se sentían agusto tan sólo con la compañía del otro.

En mis sueños (Rubegetta) Where stories live. Discover now