𝐊𝐚𝐰𝐚𝐬𝐮𝐦𝐢 |En aquel día de 𝐥𝐥𝐮𝐯𝐢𝐚|

Capítulo 5

Nota: El capítulo anterior fue un flashback.

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Kawaki después de recordar sobre el suceso pasado en el bosque, sonrió levemente y luego entró a la casa.

Fue directo a la habitación y ni bien se tiro en la cama, quedó dormido.

Al día siguiente, fue despertado por los rayos de sol que alumbraban en dicha habitación.

Con un suspiro cansado, se levantó de la cama y fue a la cocina, donde todos lo esperaban para desayunar.

–Kon'nichiwa oni-chan. - fue lo que dijo Himawari con su voz tierna.

Todos saludaron y empezaron a comer.

Al finalizar, escucharon como tocaban la puerta.

Kawaki se puso levemente feliz al pensar que fue Sumire, aunque no sabía el motivo de su alegría.

O negaba que su repentina alegría se deba a la peli morada.

–Buenos días, Hinata-san, Boruto, Himawari y Kawaki. - habló cuando ingreso a la casa.

–Buenos días Shikamaru-san. - respondió Hinata. - ¿Se le ofrece algo? ¿Te, agua o café?

–Así estoy bien Hinata. - respondió Shikamaru para luego ponerse serio. - En realidad, necesito de tu presencia en la torre del Hokage.
Con Naruto... Fuera.
Por el momento me estoy haciendo cargo de todo y como tu eres esposa del Hokage, sabes de algunos temas y hacer alguno de los papeleos.
Pues necesito que me ayudes, mientras yo me encargo de otros asuntos.

–Claro Shikamaru-san.
Estoy a su disposición. Pero con una condición... - respondió Hinata haciendo una pausa y agregando. - Quiero enterarme de todos los asuntos de la aldea.
Es importante para mi.
Y saber si habrá más de mis compañeras ayudando.

–Estará Temari contigo.
Sakura en su hospital, Ino en el puesto de inteligencia.
Tenten también fue solicitada, pero ella será la que nos suministre armas, así que estará ocupada.
Y claro, sabrás todos los temas de la aldea. - dijo Shikamaru. - Me retiro, nos vemos en una hora.

Luego el pelinegro salió de la casa Uzumaki para volver a la torre Hokage.

Hinata dio un largo suspiro, ir al sitio donde su esposo paraba más.
Ir a la Oficina del Hokage, ir a un lugar que le traía tantos recuerdos.

–¿Mamá estas bien? - pregunto Boruto.

–Si Boruto, no te preocupes.
Solo estaba pensando en... No quiero dejarlos solos. Voy a hablar con Shikamaru, para que me permita trabajar desde aquí. - fue la primera excusa que invento ella.

–Estaremos bien, no te preocupes.
Te necesitan allá. - dijo Boruto.

–Si mamá, yo puedo encargarme de cocinar con Boruto no te preocupes.
Además oni-chan me enseñara a pelear y todo, no hay problema.
Estaremos bien. - sonrió Himawari.

–Esta bien Boruto-kun, Hima-chan.
Estoy más tranquila al saber que estarán bien.
Pero cualquier cosa, no duden en avisarme. - dijo Hinata con una sonrisa.

–Hinata-san... - empezó a hablar Kawaki, pero luego se detuvo.

–Dime Kawaki-kun. - respondió Hinata, frente a su llamado.

Él iba a preguntar si podía ayudar en la aldea.
No había mucho que reconstruir, pero todos estaban alborotados.

Quería ser de utilidad y que las personas no lo vieran mal.

Pero luego le pareció tonta su petición y se arrepintió.

Hinata estaba tratando de decifrar el mensaje de Kawaki, y se preguntaba... ¿Qué podría decirle?

–¿Quieres venir conmigo? - fue lo primero que se le ocurrió.

–Quiero ayudar. - soltó de golpe Kawaki.

Y ahí fue, cuando Hinata entendió todo...

Pero no había mucho en lo que Kawaki pudiera ayudar ¿o si?

La gran mayoría de cosas, eran documentos, averiguar la base del enemigo, ver si aún quedan más... Investigar a detalle todo lo que sucedió.

Y esa era información clasificada que solo los altos mandos tenían acceso.

Los demás, se encargaban de fortalecerse en caso sigan habiendo enemigos.

Luego se acordó de Sumire... Había escuchado la pequeña parte de "te voy a entrenar"

Y el resto de la conversación, pero no pudo escuchar antes.

Por lo que, tomando en cuenta esas palabras dijo: "¿Por qué no vas con Sumire?
Ella te puede enseñar algunas cosas como controlar tu chakra, es muy buena en eso.
Y tu le puedes enseñar cómo pelear.
Además de que esta en un sitio algo alejado, las personas no te molestaran.
Y los que están ahí, no te odian"

Kawaki escucho cada palabra de lo que dijo su ahora madre.

Y asintió, para luego despedirse e ir ahí.

Claro que recordaba donde quedaba ese lugar, si fue justamente por ahí, donde lo atraparon.

Y fue ella quien ¿lo ayudó?
No... Ella lo entregó.

¿Estaba bien confiar en la peli morada?
Su mente empezaba a dudar, cada vez que se acercaba más al centro científico.

Pero lo que vio cuando llegó ahí, aumentó su enojo.

Sumire estaba hablando y sonriendo de lo más feliz con un chico.

Es más, ese chico parecía coquetearle.
Estaba cargando algo y luego lo puso en el suelo.

Miro a los ojos a la peli morada, le acarició el cabello, para luego acercar su rostro al de él.

Parecía que se iban a besar, pero justo en el momento que ambos se acercaban...

Ella lo apartó.

Kawaki estaba apuntó de ir, e interrumpir dicho momento.
Pero no fue necesario, ella misma lo interrumpió.

Vio como se disculpaba y se alejaba de ahí.

Aunque eso dejó un mal sabor en la boca de Kawaki.

Un sentimiento completamente extraño y nuevo.

¿Por qué quería interrumpir? ¿Por qué le importaba?

Narra Kawaki...

¿Celoso?
No... Es imposible, que tenga esa clase de sentimientos hacia Sumire.

Simplemente me ayudó, me escucho, me comprendió y por eso no quiero que alguien la moleste.

Primero mi tonto hermano menor, y ahora este estúpido chico.

Ese mismo sentimiento, pero ahora más fuerte.

Ganas de darle un buen golpe a ese estúpido chico que quiso darle un beso a Sumire.

Mejor voy a buscarla, y empezar rápido con el entrenamiento.

Pero antes tengo que calmarme un poco, no quiero responderle mal a Sumire.

–Kawaki-kun... ¿Cómo estas? ¿Qué haces por aquí?

Fue cuando escuche la voz de Sumire.

–Sumire... Vine para hablar sobre el entrenamiento.

Mi voz no salió como esperaba, sueno muy molesto.

¡¿Qué está pasandome?!