[One Shots | Escenarios] Tokyo Revengers +18 ©

Chifuyu Matsuno

Ya no me quemen la casa con el One Shot de Inui, aquí esta su recompensa.

En este One shot no es triste y nadie muere, lo juro.

O quizás si, jejeje.

Sus lenguas luchan entre sí, sus manos acarician tu espalda mientras ambos se devoran los labios. Imitas sus movimientos e intentas igualar su ritmo.

Sus besos son hipnotizantes, por instinto agarras un puñado de su cabello mientras tiras de él levemente para liberar su placer.

Pone su mano debajo de tu blusa pero inmediatamente sueltas su cabello y te alejas del beso.

— Manos.

—Lo siento  — murmura y tira de tu nuca para reanudar tu beso. Ambos están jadeando en busca de aire después de que rompieron el contacto. Pero aquello no es un impedimento para continuar lo interrumpido.

Estás sentada en su regazo con las piernas abiertas frente a él.

Cuando ambos separan sus labios se observan mutuamente, viendo el desastre que son ahora mismo mientras sus pechos suben y bajan en busca de bocanadas de aire.

— Una vez que tenga novio, no me avergonzaré cuando nos besemos, gracias a ti.

— Aprendes rápido  — Dice con una sonrisa.

— Lo sé — Hiciste una pausa por un segundo, observas al rubio, tiene la camisa un tanto arrugada y entreabierta, eso hace que veas un poco de su piel blanca al descubierto, su cabello está un tanto desordenado por tus manos recientemente, y su boca se encuentra un tanto hinchada por tus besos.

Tiene sus ojos en ti, está viendo tus labios dispuesto a ir por más, se acomoda la corbata que ahora está muy mal puesta.

— Entonces ... ¿Cómo está mi beso? — preguntas arreglando tu blusa.

— Un poco descuidado, pero podemos trabajar en eso  — aconseja — No estés demasiado tensa y relaja los músculos — señala tus labios con la mirada haciendo que des un saltito de susto debido a tu concentración — Y abre la boca un poco más — Dijo.

— ¡Entendido! Me volverás a enseñar, ¿verdad? — Dijiste cruzando los brazos. Todavía estás sentada en su regazo.

De repente, sientes que algo entre tus piernas.

— ¿Qué fue eso? — Dijiste con sorpresa.

— ¿Qué crees? — dice mientras te retira de su regazo para taparse con su suéter que está tirado a un lado de su cama.

—¿Estás excitado?  — Dices entrecerrando los ojos hacia él.

Las mejillas de Chifuyu inmediatamente toman un color rojo intenso mientras evita tu mirada cuestionante.