CAP 27.

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Hola, soy Yumeko y esta es mi historia... tragedia para algunos, realidades y verdades para mí.

Ahora, vamos al volver al pasado a ver el nacer mis cicatrices y el inicio de mi melancolía y soledad.

Ahora, vamos al volver al pasado a ver el nacer mis cicatrices y el inicio de mi melancolía y soledad

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Reí.

- Carlos, para! -dije riéndome a carcajadas.

- sólo te dije que te ríes como un cerdito -dijo con ironía el castaño. Empezó a imitar de nuevo mi risa como si fuera un cochinito, yo me reí más de lo que ya hacía.- Yumeko, venga, ya hemos llegado a tu casa -dijo éste parando el paso.

- ¿tú te vas sólo a casa? -pregunté secándome las lágrimas de la risa.

- Sí... pero no te preocupes, enanita -me acarició la cabeza.

- vale, ¡procura volver bien a casa! -dije yendo hacia mi casa, o más bien, mansión.

- ¡Enana!  ¿No me darás un abrazo antes de irte? -dijo poniendo sus manos en la cintura con indignación y haciendo un puchero.

- perdón! -me acerqué a él corriendo y me lancé a abrazarlo.- ahora sí, hasta mañana Carlitos! Nos vemos en el cole! -dije despidiéndome con la mano y entrando a mi casa.

Me quité mis zapatos negros en el recibidor y pasé a la gran sala de mi casa en la que habia en medio unas escaleras grandisimas que al llegar a un punto determinado se abría dejando dos caminos a los lados y un balcón en medio.
La segunda y tercera planta tenía los pasillos al descubierto, pero estaban vallados por una preciosa valla de cobre que hacía circunferencias y preciosas figuras.

Tome aire para subir a la segunda planta donde se encontraba mi habitación.

"por favor por favor por favor que no me descubra" -dije mientras subía las escaleras con una suavidad.

Apretaba los dientes hasta hacerme daño, apretaba mis puños hasta que las uñas se me clavaran en la palma, cerraba los ojos con fuerza para no poder ver nadie.

Mayoritariamente, en mi casa andaban hombres y mujeres que se prostituian para darles placer a mis padres, e incluso alguno era contratado para intentar violarme, pero siempre me libraba.

Rezaba internamente por no encontrarme con nadie por el camino.

- ¡Yumeko! -me llamó.

"Mierda, joder joder joder joder" -decía internamente mientras las lágrimas empezaban a pelearse por cual salir antes.

- Baja aquí ahora mismo! -mando ésta.

Me giré en el sitio y bajé las escaleras.

- ¿qué quieres, mami? -dije al estar en frente así. Mi cuerpo temblaba.

Sin contestarme me cogió fuertemente del brazo y me llevó a la cocina. Cuando llegamos mi madre me tiró a una esquina haciendo que chocara fuertemente con la pared de mármol fría.

"Eres tan linda"  {Manjiro Sano/ Mikey x reader}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora