Inocente.

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—¿En serio haces eso todos los días?—se agachó.

—Sí, pero es divertido. Nunca me cansaré de hacerlo.

Sonrió por su confesión.

—Eso es genial de tu parte, Gyu.

Rio levemente, avergonzándose.

—Hyung, ¿quiere entrar?

—¿En serio puedo?...

—Soy el líder del club... así que no creo que haya algún inconveniente.

—Tienes razón... pero no tengo ropa de baño ahora.—hizo un puchero.

—En los vestidores hay varios trajes y shorts de baño. Puedes usar cualquiera.—le sonrió.

—Entonces ahora vuelvo.—alegre, se dio la vuelta para dirigirse a los casilleros del lugar.

Beomgyu se recostó en la orilla de la piscina, suspirando al ver su figura desaparecer dentro.

Debía de admitir que su mejor amigo era muy atractivo, y no podía decir que no le gustaría besarlo. Desde aquel día, había fantaseado con Yeonjun hasta cuando este se había ido de Japón. 

Tal vez ahora tenía una oportunidad.

Cerró los ojos, sintiendo el agua en su cuerpo y el recuerdo que más amaba vino a su mente.

Era un día normal, donde Yeonjun y Soobin habían venido a su casa a jugar, el menor rubio como siempre se había quedado en cama mientras que Yeonjun y él estaban en su gran patio. Los azotó una lluvia inesperada y trataron de entrar a la casa, pero estaba cerrada por dentro y la mamá de Beomgyu no se encontraba.

—Hyung, ven conmigo.

Y le hizo caso, puesto que se dejó agarrar por el pelinegro, quien lo guio a una casita de madera. Parecía un vestidor-baño, con un espacio reducido.

—Beomgyu, ¿qué es este lugar?... ah, está calientito.—se abrazó a si mismo.

Lo que no esperaba es que Beomgyu lo abrazara y peor, lo hiciera recostarse en una camilla que yacía en una esquina del reducido espacio.

—¿Beomgyu?

Era tan inocente para entender... después de todo solo tenía 11. El pelinegro también, puesto que solo estaba imitando lo que había visto alguna vez.

Luego de minutos, Yeonjun jadeaba. Beomgyu saltando sobre su miembro y llorando del dolor, pero la sensación gustándole más de lo que se imaginó. Se salió al sentir que se haría pipí, dejando al mayor algo aturdido.

—Beomgyu... ¿qué fue eso?—dijo agitado.

—Mis papás lo hacen cada vez que voy a dormir porque se quieren mucho... y yo te quiero mucho, Yeonjun-hyung.

Entendiendo, sonrió para decir.

—Entonces yo igual, Beomgyu.

Recuerda que después de aquel día no volvieron a hacer aquello y continuaron siendo amigos como si nada hubiera sucedido.

Si lo piensa bien, violó a Yeonjun. Y se sentía culpable por una parte, pero por otra, para nada.

¿Él aún lo recordaría?...

—¡Beomgyu!

Sintió agua en el rostro debido a que Yeonjun se había lanzado al agua.

—Ah... es tan refrescante...—llevó sus cabellos rubios hacia atrás. Beomgyu sonrojándose por su atractiva imagen.

☄|Al borde del cielo ©yeonbin ¡𑆵;Onde histórias criam vida. Descubra agora