Capítulo 24

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El receso de otoño ha comenzado, son dos semanas que tenemos libres para respirar de los exámenes y presiones de terminar la carrera. Las ultimas tres semanas han sido una mierda. No me he animado todavía a ir hacia Brookhaven para hablar con Judith, mi abuela. Le dije a Donald que aun no había tomado mi decisión con respecto a lo de trabajar medio tiempo en su bufete. Y por último, me mantuve alejado de Gwendolyn Hudson. Me he alejado sí, pero no he dejado de estar pendiente de ella ni un solo segundo. Cada día que pasa se vuelve más una obsesión.

Detengo el auto frente a la puerta del campus de la universidad. He quedado en pasar a buscar a mi prima para llevarla a casa de sus padres a las afueras de la ciudad. Le mando un mensaje y cinco minutos después ella corre hacia el auto.

—Mierda, hace frío —se queja mientras se frota los brazos.

—Eres un poco exagerada, Allie. A penas está comenzando el otoño —me acerco a ella para que me de un beso en la mejilla. Lo hace y siento sus labios fríos.

—No soy exagerada, tú vives con calor constante —asegura y se acomoda mejor en el asiento —Al menos tendremos dos semanas libres.

—Sí, eso es bueno —digo pero sin el entusiasmo que debería. En estas dos semanas sin venir, no podré estar pendiente de Gwen. Quizás termine yendo a verla a la puerta de su edificio y quedar como un completo lunático.

—No pareces muy animado con la idea —dice Allie —Gracias por venir por mi, ¿Cómo estás?

—Bien. Normal. No lo sé —me encojo de hombros.

—¿Qué clase de respuesta es esa, Caden? —se ríe levemente —No te veo ni bien, ni normal. Te ves mal.

—Estoy bien —no quiero comenzar a hablar y entrar en detalles.

Arranco y pongo un poco de música para que el silencio no sea tan incómodo. Sé que Allie se preocupa por mí, lo ha hecho desde que salí de la cárcel. Mandándome mensajes, yendo a mi casa sin avisar e instalándose allí. Pero no logro pasar esa barrera con ella. La quiero, claro que sí, es mi prima. Pero no estoy acostumbrado a eso y por ello a veces la evito.

—Caden —dice a mitad de camino. Bajo un poco el volumen de la radio y la miro un segundo —¿Tú extrañas a Gwen?

—¿Qué?

—Que si extrañas a Gwen —repite. La entendí la primera vez, pero quería hacerme el idiota.

—¿Tenemos que hablar de ella? —vuelvo mi atención a la carretera y vuelvo a subirle el volumen a la canción.

—No vas a evitar el tema, estoy harta de eso —dice Allie y apaga mi estéreo.

—Oye, me gusta esa canción —me quejo porque estaba sonando Creep de Radiohead.

—Basta, deja de hacerte el tonto. Esto no está bien. Estoy cansada de verlos a ambos así de tristes —dice y sé que abrirá la boca y me dirá lo que ya sé sobre el acuerdo que Gwen hizo con Matt.

—Ya sé lo que ella ha hecho por mí —le digo entonces. Sus ojos se abren con sorpresa y se queda callada —Vamos, di algo.

—¿Desde cuándo lo sabes? —pregunta aún sorprendida.

—Desde que dejé de intentar acercarme a ella.

—Wow, eso sí que no me lo esperaba —su expresión se llena de pesar —Gwen tiene que saber que lo sabes.

—¿Por qué? ¿Eso cambiaría algo? —pregunto demasiado esperanzado.

—Porque ella está tan mal como tú o peor. Sólo tienes que echarle una mirada. Te extraña aunque lo niegue. La conozco demasiado.

Peligrosa Obsesión (Remake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora