CAPÍTULO 7

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~Desaparición~

-¿Osea que no tienes pensado salir de la cama?- vuelve a preguntarme Selena por enésima vez.

-No, tengo 38 grados de fiebre Selena. Pienso quedarme a dormir hasta la semana que viene o morir, no lo se, lo que pase primero- respondo mientras me hago bolita en la cama y me tapo hasta el cuello con las sabanas.

-Agh bien, iré a la farmacia a comprarte algún jarabe. Te vuelves insoportable cuando estas enferma- me dice levantándose de mi cama y yo levanto mis cejas ofendida ante su comentario.

-Yo también te quiero mi vida- le respondo sarcástica mientras ella sale de mi habitación.

Estos malditos cambios de clima me hace enfermarme costantemente, un día hace frío, al otro día hace calor, un día llueve y al otro las calles parecen un maldito desierto, que estresante.

Mi tarde se resume en dormir, ir al baño, seguir durmiendo, distraerme con las redes sociales, volver a dormir y mirar alguna que otra película en mi computadora. Por suerte la fiembre bajo y ahora solo tengo gripe.

Me encontraba mirando Prohibido, esa película puedo considerarla como una de mis favoritas ya que la protagoniza mi actriz favorita, Emilia Hernández Cardenast. La habré visto unas ochocientas veces pero nunca me canso de verla, creo que es una de las mejores películas que e visto. Ya casi iba por el final de la película hasta que un golpe en mi puerta me obliga a pausarla, peresosamente quito mi computadora de ensima mío dejándola a un lado y me sacó las sabanas para luego levantarme y caminar hasta la puerta, esto es uno de los pocos casos en donde agradezco vivir en un monohambiente, solo debo hacer ocho pasos para llegar de mi cama a la puerta, o al baño, o a la cocina, cuestión que no debo caminar mucho.

Abro la puerto y me encontró a Scott del otro lado sonriendo levemente. ¿Qué rayos me perdí?.

-Lindo pijama de Stitch- me dice mirando me de pies a cabeza. Miro hacia abajo detallando mi pijama que consistía en un pantalon holgado azul marino, una remera grande con el rostro de Stitch en todo el pecho y mis calcetines con la cara de Stitch a juego. Bastantes cómodos a decir verdad.

-Amo a Stitch- digo simplemente alzandome de hombro.

-Eso puedo verlo- me dice sonriendo divertido y apoyando su hombro en el marco de la puerta cruzandose de brazos. Nos quedamos en silencio unos segundo simplemente mirándonos. Ahora que me pongo a detallarlo puedo notar pequeños detalles que no había notado anteriormente, como por ejemplo un tatuaje escondido debajo de su remera. Interesante, muy interesante.

-¿Qué haces aquí?- le pregunto enfocandome de nuevo en la conversación.

-Estaba con Jack hasta que lo llamó Selena diciéndole que lo quería ver y si la podíamos ir a buscar a la farmacia, nos dijo que estabas enferma y me mandó a traerte el jarabe que te compro- me dice agitando un poco la bolsa de la farmacia.

-Okey. ¿Quieres pasar?- lo invito y él asiente, me hago a un lado mientras él entra a mi habitación.

-¿Qué estabas haciendo?- me pregunta mientras deja la bolsa en mi escritorio y se sienta en mi cama.

-Mirando una película- me dirijo nuevamente a mi cama acomodandome como estaba anteriormente.

-¿Qué mirabas?- pregunta mientras se acerca para mirar la pantalla, al hacer eso el olor a su perfume llega a mi nariz, usa un rico perfume hay que admitirlo.

-¿Prohibido? ¿No es un poco vieja esa pelicula?- me pregunta.

-Puede ser pero eso no quita que sea una película genial- respondo alzandome de hombros, me corro a un lado dejando un poco más de lugar en mi cama y palmeo el colchón invitandolo a acostarse, él no dudo en hacerlo.

CasualidadWhere stories live. Discover now