26. Una cara conocida

946 196 57
                                    

No me detuve mucho a observarlos. Aparté los ojos rápidamente y clavé la vista al frente.

Sin embargo, no contaba con que alguien me tomaría por el hombro.

Volteé a verlo y casi me da un paro cardiaco al ver al chico.

—Eh, hola.

Sentí mis mejillas enrojecer mientras daba un paso atrás para poder tomar distancia. Su cercanía fue como una cachetada a los nervios.

Pero apenas hice el recorrido de mejor manera me di cuenta que no era exactamente quien yo creí que era.

—Tu... te pareces a alguien que conocí —dije en voz baja.

Él enarcó una ceja y sus intensos ojos azules me recorrieron de pies a cabeza.

—Déjame adivinar —habló, y su voz ronca hizo que me tensase más—. ¿Cooper?

Asentí, muy lentamente.

¿Recuerdan cuando quería entrar a casa de Jools? Pues supuse que una de las contraseñas era Dave Cooper.

Ese chico era un par de años mayor que yo. Iba al instituto y era ese chico rebelde que le valía un bledo todo. Tuve un platónico con él, y la verdad fue bastante decepcionante ver que al final fue a por una chica que sin duda era la protagonista de una novela cualquiera.

Sin embargo lo superé rápido, y no esperaba encontrar a un chico igual a él de la nada.

—Es mi primo —explicó metiendo las manos a los bolsillos—. Eres Haven, ¿no?

Fruncí el ceño y miré a los lados esperando ver a algunas de mis amigas planeando esto.

—¿Como lo sabes? —pregunté cuando no vi nada sospechoso. Aun estaba nerviosa, el chico se veía intimidante con sus ojos que analizaban todo.

—Digamos que tenemos algunas relaciones en común.

—Ah —asentí y esperé que dijese algo—. ¿Y me vas a decir algo o...?

Él pestañeó y asintió sin cambiar la expresión.

—Ven, ¿pidamos algo de comer? —señaló donde me dirigía y, cuando volteé a ver, no vi a mis amigas.

—No creo poder aceptar hasta que me digas quien eres y por qué de la nada me hablas.

Entonces, me dió una sonrisa de lado que hizo temblar mis piernas. ¿Hay gente así de sensual en el mundo? No lo sabía hasta ese momento.

—Eres precavida —señaló—. Me gusta. Pero si quieres, podemos sentarnos, pides algo de comer y yo te cuento.

Le di una mirada de reojo, tratando de analizar la situación. Y fue entonces, cuando noté una mirada sobre mí.

Jools estaba a unos metros, y miraba en nuestra dirección mientras le decía algo a Amaya.

Genial.

El chico notó en qué dirección miraba y su sonrisa se amplió.

—Tiene que ver con él.

Y solo necesité eso para aceptar.

Me senté en un banquillo mientras él pedía dos hot dogs. Lo miré atentamente para asegurarme de que no le echaba nada a la comida. Después de todo, seguía siendo un desconocido.

Volvió con la comida en una mano y dos latas de refrescos en la otra.

—Bien —dije y le di una mordida a mi hot dog—. Tes escucho.

Él abrió su lata de refresco y bebió un sorbo antes de hablar.

—Amaya —nombró primero—. Ella es... algo así como mi casi novia.

A+ y tú menosWhere stories live. Discover now