En la tribus de los Licántropos creen firmemente en la vinculación como un regalo, uno para dar y recibir. Uno que se cuida y conserva para toda la vida. Entonces, para dos corazones que se anhelan desde hace mucho tiempo, no hay duda de que afronta...
Advertencia: Posibles faltas ortografías y gramática, posibilidad de que los personajes salgan de su personalidad. Contenido sexual explicito. Instintos. Comportamientos animales. Apareamiento animal. Dinámica Alpha/Beta/Omega.
N/A: Lamento la tardanza, pero he tenido ciertos inconvenientes y me he visto la necesidad de usar mi teléfono para escribir. Lo cual no es muy cómodo. Pero pronto resolveré lo de mi PC y podre regresar a la rutina. Sin mas, disfruten la lectura.
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La luz de la mañana desciende en el bosque con un toque cálido y vital. La cacofonía del cantar de las aves lo despertó lentamente, Ray bostezo somnoliento, parpadeando varias veces para desvanecer la pesadez mientras se sentaba y cepillaba fuera de su cabello las ramitas secas. La brisa era refrescante contra su piel, pero el joven Alpha se concentró en oír cada sonido alrededor mientras olfatea el aire en una inhalación profunda. El aroma a sándalo y jengibre ondulaban en notas atractivas, resaltando mucho su actividad pasada. No es que se avergüence.
El hombre bosteza de nuevo, tarareando bajamente mientras los ojos violetas buscan a su pareja por el alrededor, confundido de que ella no estuviera a su lado. Extraño.
Pero sin darle mucha importancia por el momento, Ray se levanta y estira los músculos tensos, lamiendo sus labios secos mientras se rasca el abdomen pegajoso de resbaladizo. Ronronea a los recuerdos y la sensación placentera que aun reside en su cuerpo, probablemente sea por la marca en su cuello reflejando sus sentimientos, aunque rápidamente cambia de humor cuando se da cuenta que su ropa no está por ningún sitio. La Omega debió haberla tomado, Ray gruñe bajamente. Desconcertado por el comportamiento de Emma a primera hora de la mañana después de su emparejamiento.
Bueno, no debería sorprenderse a estas alturas. Ella siempre fue un raro enigma por su afinidad a seguir sus instintos, a diferencia de Ray o cualquier otro Licántropo. Es... solo imagina esos estímulos diariamente, por años, creando una conformidad que hace que el espíritu sea más salvaje, libre y feliz. Esa intuición desarrollada por crecer en el bosque en lugar de la ciudadela es única y apreciada por toda la tribu debido a las numerosas capturas que traen cuando Emma guía los grupos de caza. Acostumbrada a los días cálidos o noches heladas; el sonido del viento o la lluvia; diferenciando los aromas de cada animal. Todos esos elementos crearon al mejor depredador de la época.
El aislamiento y la soledad eran conceptos desconocidos, inexistentes a pesar de ser solo ser padre e hija. Yuugo puede ser un gruñón exigente por naturaleza, pero inimaginablemente, es un excelente padre.
Ray en cambio, tuvo una vida más unida y estructurada por crecer dentro de la ciudadela; en el corazón de la manada, rodeado de familia, amigos y más Licántropos. Él se hizo más silencioso, culto y ético donde los instintos son solo deseos primarios que deben ser reprimidos y utilizados solamente para trabajos militares. Una herramienta, en lugar de una esencia de ti mismo. Ray estaba conforme y feliz con esa vida, no le importaba la soledad o el aislamiento. En más, la deseaba, pero es casi imposible obtenerla debido a la dinámica de su naturaleza.
