1.5: Discusiones

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Primera parte, capítulo cinco: Discusiones

JAMES

El muro en el que llevaba un rato sentado empezaba a resultarme incómodo. No sabía cuántas veces había rezado para que Brooke saliera del centro en el que practicaba gimnasia, había perdido la cuenta ya.

Mamá me había pedido que viniera a por Brooke y que fuera con ella a casa porque ella iba a estar ocupada con una reunión en casa. Normalmente era Ethan quien venía a acompañar a Brooke hasta casa, pero él estaba haciendo un trámite del instituto y no podía venir.

No fue hasta que pasé casi una hora ahí sentado que vi a Brooke salir del centro con su ropa de entrenamiento, una chaqueta, la mochila colgada de un hombro y una coleta alta.

—¿No se supone que tienes que llevar moño? —pregunté extrañado mirando su peinado—. Te queda bien la coleta igualmente.

—El moño es para las competiciones, así me aseguro de que no se me engancha el pelo con las manos o con la cremallera o decoraciones del mallot —explicó con una sonrisa mientras comenzamos a caminar dirección a casa—. Siento haberte hecho esperar, tengo una competición en un mes y quiero subir de categoría.

—No me hablas de forma muy técnica, por favor —reí.

Mi hermana había estado practicando rítmica desde los cinco años. La verdad es que era muy buena y se la veía disfrutar cada vez que competía o hacía alguna exhibición en Gloom. Siempre me dio envidia que ella fue buena en algo tan interesante y que a mí lo que se me diera bien fuese pasarme los niveles de los videojuegos.

Al menos podía decir de forma orgullosa todo lo que mi hermana había ganado y conseguido. Estaba orgulloso de ella. Todos estábamos orgullosos de la pequeña Moore.

Nuestro pequeño rayo de sol.

—¿Qué tal la práctica? —pregunté. Brooke sonrió ajustando su mochila en su hombro.

—Bien, aunque estoy cansada. Tengo ganas de llegar a la cama —explicó entre risas.

La conversación fue agradable. De puertas adentro en casa me ponía siempre a la defensiva sobre Brooke y no quería hablar sobre el tema, pero en el momento en el que la tenía enfrente se volvía mi debilidad. Al fin y al cabo, era mi hermana. Y un maldito rayo de sol. No podías enfadarte mirando a la cara a esos ojitos azules y brillantes.

Era misión imposible. Y lo sería siempre.

Por muy enfadado que estuviera con ella, siempre sería mi hermana y siempre querría protegerla.

( * * * )

Llegamos a casa y Brooke fue directa a su habitación para dejar sus cosas y coger el pijama para cambiarse después de darse una ducha. Yo me senté en el sofá, bajo la atenta mirada de mis dos hermanos mayores. Llegaron al punto de ponerme nervioso.

—¿Qué? —pregunté de golpe.

—La adoras —dijo Ethan con una sonrisa.

—Cállate, anda.

—Deja de hacerte el idiota, James, por Dios —se quejó Jack sentándose a mi lado—. Es tu hermana. Se te ilumina la cara cuando estás con ella. Deja de hacerte el ofendido porque ya no viva aquí.

—Supéralo —siguió Ethan.

Suspiré escondiendo mi cara entre mis manos.

—¿Tengo que dejar de estar enfadado porque sea mi hermana? —pregunté de forma retórica—. Que le sonría si se queda a dormir no significa que todo esté bien. Solo que no soy una mala persona y no quiero hacer que se sienta como la mierda.

Es nuestra chica #MooreVerse2Où les histoires vivent. Découvrez maintenant