Capítulo: trece

2.6K 179 1
                                    

— ¡________ espera! — me gritó John.

Ignorando me pongo el gorro y salgo del auto. Entro al hospital y subo por las escaleras hasta el segundo piso, tan siquiera miraba a mi alrededor cuando solo doblaba para la izquierda y para la derecha. Dejo de caminar cuando veo a todos sentados en las sillas. Estaba papá, mi mamá y Harley. Cuando llego intento entrar a la habitación, pero mi padre me bloqueó el paso.

— Quiero verlo — hablé forcejeando.

— Esta en urgencias ________, no alteres más a tu madre — habló mirándome.

Giro mi vista y mi madre estaba con sus ojos rojos al igual que Harley.

— Lo siento, voy a tomar un poco de aire fresco — hablé mirándolos para luego salir de allí.

Solo camino y camino, hasta que me quedo en un pasillo que estaba vacío. Me siento en el piso y no pude evitar no llorar, mis lágrimas caían y caían. Tomo mi celular y busco en mis contactos, entre nombres y nombres aparece el nombre de Madison y Kendall. Marco al número de Madison y este suena y suena, pero nada pasaba. Fueron unos segundos hasta que me pasó a buzón de voz.

— Yo... puedes venir, m-mi hermano está en urgencias y me haría falta un amigo. Si no quieres venir está bien – hablé mirando al suelo para luego colgar.

Guardo mi teléfono y solo rezaba, fue mi culpa. No le dije a mamá ni a Harley cuando vi a Justin drogado esa tarde. Pensé que me iba hacer caso e iba a dejar las drogas. Estuvo en rehabilitación por un año y medio, pensábamos que ya estaba sano, pensábamos que ya habíamos salido de esta pesadilla pero cada vez esto va en mal en peor.

— ¿________? — dijo una voz.

Levanto mi mirada y veo a Madison, estaba con un buzo y un peinado loco. Eran como las 12 de la tarde, básicamente la desperté o algo así.

— ¿Te desperté? – hablé poniéndome de pie.

— No tranquila, estaba en la casa de una amiga. Me quedaba muy cerca de aquí — contestó.

Sin poder evitar me lanzo hacia ella y la abrazo. La tomé completamente por sorpresa, pero aun así no se quitó encima de mí, me rodeo mi cintura y yo puse mi rostro en su cuello. Solo acariciaba mi espalda mientras yo soltaba mis lágrimas, rodeo mis manos a su cintura y la pego más a mí. Fueron unos minutos que estuvimos así cuando me separo, limpio mis ojos y ella me da una botella de agua a lo que yo con gusto recibí.

— Es mi culpa Madison, yo lo vi completamente drogado cuando llegué a su casa, pero no quería que mis padres se preocuparan y Harley menos – hablé mirándola — Así que no les dije nada —

Madison negando agarra mis manos.

— No es tu culpa, nadie tiene la culpa de esto. Solo hay que tener paciencia, yo sé que va a salir de esta.

Yo solo asiento sin decir nada. Volvimos donde todos estaban, y sin duda mi mamá saludó y abrazó a Madison. Nos sentamos en las sillas a esperar, pero no dejaba de mover mis piernas y mis manos. Mi madre se encontraba aún costado mío y me agarra mis manos, desde pequeña sufrí ansiedad. Mi ritmo cardíaco aumentaba más de lo normal y mis piernas y manos no paraban de moverse. Al no recibir ninguna noticia de mi hermano y a ningún doctor circular por los pasillos me enfermaba.

— Llevamos una hora y media y no hay noticias de el – hablé agarrando mi cabello.

Madison estaba a punto de hablar, pero veo a un doctor salir de la habitación. Todos nos pusimos de pie y caminamos hacia el doctor, que por su parte no tenía ninguna expresión en su rostro.

— Justin sufrió una sobredosis de heroína y de otra droga que encontramos en su sistema – habló el doctor — Le haremos un lavado para sacar las toxinas en su sistema, pero está estable. Fue un verdadero milagro que haya salido de esta, necesita reposar, pero pueden ir a verlo sin ningún problema, pero eso sí, le inyectamos un relajante para que su cerebro y cuerpo pueda descansar —

Todos al escuchar las noticias soltamos un suspiro aliviado. Abrazo a Madison y entre todos nos abrazamos mutuamente. El doctor se comienza a ir y mi padre y madre entrar a la habitación, por mi parte bajamos hasta la cafetería con Madison a pedir unos cafés para despertar.

— Fue un milagro – hablé mirándola.

La chica iba a hablar, pero su celular comienza a sonar, se va hacia una esquina mientras espero los cafés. De la nada mi teléfono suena y era una notificación, agarro mi celular y veo que alguien anónimo me mandó un video. Al abrirlo veo a Madison acostada con unas chicas que no sabía quién eran.

Ella no es nadie, siempre será opacada por su hermano. Él es más talentoso, más inteligente, pero sobre todo más guapo. Solo será un monigote fracasado.

Al escuchar las palabras salir de la boca de Madison no me sorprendió para nada. Pero lo que más me dio rabia fue que la llamé, los miles de números que tenía la llamé a ella. Fui un idiota totalmente.

— Termine, no era nada importante – habló de repente la voz de Madison aún lado.

Giro mi vista y la miro seria, tan siquiera parpadeaba.

— ¿Que pa...

— Así que soy un monigote fracasado, siempre seré opacado por mi hermano ¿no? Madison — hablé mirándola a lo que sus ojos se fueron de órbitas.

— Espera yo...

— Fui un idiota por llamarte, eres igual que los demás. Juzgan y juzgan, pero al final no conocen a las personas – hablé negando.

Tan siquiera la dejo responder cuando agarro los dos cafés y salgo de allí. Ignorando los gritos de Madison llamándome una y otra vez.

¡Púdrete Bieber! / Madison Beer y tú G¡PWhere stories live. Discover now