Incisión

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Utilizando uno de los muchos pasajes secretos al castillo, Remus y Harry lograron ingresar sin mucha dificultad.

Una abrumadora oscuridad camuflaba sus pasos, manteniendo su presencia tan oculta entre los muros del castillo.

Durante esas horas, la mayoría de estudiantes ya se encontraba en sus camas, les resultó muy sencillo escabullirse hasta la estancia que permitía el paso a la oficina de Dumbledore.

Una vez ahí, admiraron la enorme gárgola de piedra que imponente custodiaba la entrada al despacho.

Insistieron en solicitar audiencia con el director, con esperanza de que la gárgola les permitiera pasar, sin embargo, sus intentos simplemente no tenían ningún efecto sobre el guardián.

Sufriendo por los eternos minutos de espera, comenzaban a desesperarse.
Hasta que por azar del destino, la persona que más esperaban apareció discretamente tras ellos.

Para entonces, fue muy complicado ocultar su asombro.

HP: ¡Señor! escuche, tenemos que hablar...
Se apresuró el joven al notar que el director avanzaba a través de la puerta, en un acto que aparentemente buscaba evitar la conversación.

D: Me temo que no son horas para charlar...
Dijo mientras ponía rumbo a la torre de astronomía, en cierto modo ignorando el desesperado tono de voz de su interlocutor.

Consternados por el extraño comportamiento ambos magos le seguían el paso muy de cerca.
No estaba claro que intenciones tenía Dumbledore en ese momento, pero ambos coincidieron en que su rostro no era el mismo, su entrecejo fruncido y una expresión que dejaba ver rasgos de algo similar a la preocupación eran sólo una parte de la poco usual imagen del director.

Avanzaban por aquellas largas escaleras mientras escuchaban el viento silbando en los alrededores.

RL: Dumbledore, tenemos información importante sobre Sirius...
Intervino el licántropo, motivado por encontrar una solución a todo el caos que estaba sobre ellos.

Por unos segundos lo único audible fueron sus propios pasos llegando al final de la escalera.

D: Soy todo oídos...
Respondió con notable perspicacia.

Expandiéndose un extraño silencio y por unos cortos segundos, el director dirigió una pacífica mirada a los magos, para luego aproximarse hacia el mirador, donde plantó sus brillantes ojos azules en el oscuro horizonte.

HP: Profesor Dumbledore, debe creerme...
Con especial cautela, el joven se acercó esperando una respuesta favorable.

D: Me gustaría intentarlo, querido amigo.

Mientras hablaba, Dumbledore dirigió su mirada al firmamento y así, los tres magos contemplaron un particular cielo estrellado.

Nuevamente el silencio descendió sobre ellos, en lo que parecía una antesala de algo mucho más importante.

Haciendo un gran esfuerzo al hablar, Harry intentó humedecer su árida garganta.

HP: No sé cómo podría explicarle...

Manteniendo nulo contacto visual, el viejo mago usó un tono muy agradable para dirigirse al confundido joven.
D: El lenguaje de la verdad debe ser simple y sin artificios.
Aquella voz fue capaz de atravesar la habitación y el pecho de ambos magos, como si tuviera un extraño poder.

Había cierta expectativa flotando como partículas en el aire, disfrazaban de forma muy hábil la curiosidad del viejo mago.

HP: Tiene razón...
Tranquilo y con una espectacular paciencia, Harry comenzó a relatar una versión muy detallada de los eventos ocurridos en Godric's Hollow días atrás.

Hedoné [SEVMIONE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora